El premio “Mujeres de Jalisco 2008” es otorgado por las autoridades oficiales, cámaras industriales y organizaciones civiles para reconocer y resaltar, a manera de ejemplo, la labor que mujeres jaliscienses llevan a cabo a través de su trabajo y su entrega en varios ámbitos de la vida del Estado. Cada una de las diez reconocidas recibió, de manos del Secretario de Gobierno, la estatuilla “Jalisco a la Mujer”.

A continuación se recoge un extracto de la relación que la Dra. Luz María Barreiro hizo de su trayectoria:

Con gusto hablaré de algunos de los proyectos que me han llenado de satisfacción a lo largo de mi carrera profesional; sin embargo, creo que mi mejor logro fue haber pedido la admisión al Opus Dei el 14 de febrero de 1964. El impulso que he recibido de las enseñanzas de san Josemaría Escrivá me ha llevado a trabajar por el bien de la mujer en México y tratar de servir especialmente a las mujeres y familias más necesitadas de nuestro país.

Desde los años 60 me he dedicado a la educación, especialmente de la mujer. He iniciado proyectos escolares a nivel universitario como la Escuela Superior de Administración de Instituciones.

En la UNAM presté mis servicios de psicología en la dirección de Servicios Sociales dependiente de la rectoría de la Universidad. Ahí pude apoyar a muchos estudiantes sin recursos para conseguirles becas, incluso alimentarias, para que lograran estudiar y romper el círculo de la pobreza. También inicié la escuela de Trabajo Social, incorporada a la UNAM.

El proyecto del Centro Educativo La Barranca, escuela primaria para niñas y niños de la barranca de Huentitán es uno de los mejores proyectos de mi vida. Es una educación basada en las artes y en el diálogo. De ahí han salido niños y niñas campeones nacionales e internacionales de Judo, alumnos becados por el CODE para estudios de secundaria unidos a los entrenamientos deportivos.

Otro plan de mejora de la mujer y la familia es la Escuela Técnica Palmares, para niñas de menores recursos, que presenta un plan de secundaria y preparatoria técnicas con certificaciones en cómputo, repostería y otras áreas de producción de alimentos.

Mi gran experiencia al colaborar en la dirección del DIF Guadalajara y por un breve período de tiempo en el DIF Jalisco, hizo que me dedicara tiempo completo a promover el desarrollo social tanto en mis sitios de trabajo como en proyectos para otras organizaciones.

Recibir este premio es un nuevo estímulo para mi trabajo; espero trascienda a todas las mujeres de Jalisco y de todo México, para que secundemos aquella petición que escuchamos a san Josemaría en su visita a nuestro país en mayo de 1970: hay que intensificar las labores con obreras y campesinas. Hemos de ayudarles, con calor humano y afecto sobrenatural, a que adquieran la cultura necesaria para que puedan sacar de su trabajo más fruto material, y lleguen a mantener la familia con mayor desahogo y dignidad. Para eso, no hay que hundir a los que están arriba; pero no es justo que estén siempre abajo.