Para fomentar el deseo de unidad que nos proponen el Papa y el Padre, pensemos cómo podemos ser constructores de puentes, valorar el pluralismo y fomentar las virtudes de la convivencia en el propio hogar y con las personas de nuestro centro, de modo que sea desde ahí de donde salga la fuerza de la unidad y la reconciliación para la Iglesia y nuestra sociedad.
Acompañemos la difusión de este mensaje con nuestra vida de entrega alegre, para dar un testimonio creíble, muy conscientes de que viviendo fielmente nuestra vocación estamos enriqueciendo a la Iglesia y sirviendo a las almas.
Bibliografía:
Mons. Fernando Ocáriz, Carta pastoral, 16-II-2023 (Fraternidad), nn. 11-15.
