Finanzas, tasas de interés y buenos consejos

Carla, de Guadalajara, trabaja en un banco y ha encontrado ahí un lugar adecuado para ejercitar las virtudes, ayudar a sus compañeros, e incluso aconsejar a personas que lo necesitan.

Para Carla Ríos, numeraria del Opus Dei, su labor profesional significa mucho más que hacer un trámite, atender una llamada telefónica o explicar qué crédito es conveniente o cuál es la mejor inversión.

La honestidad, explica, es una virtud que debe estar siempre presente en el ambiente financiero y bancario, al igual que la sinceridad y la discreción. El ejercicio de estas virtudes tiene como consecuencia que los clientes puedan tener confianza en el banco.

Carla, sin embargo, no se limita a ejercer esas virtudes de manera solitaria, sino que intenta comunicar esta verdad a sus compañeros de trabajo, a quienes considera miembros de un equipo. “Cuando alguien descuida el practicar estas virtudes en su trabajo, puede llegar a desprestigiar al banco y al gremio cuando no se hace una práctica adecuada”.

Aparte de la puesta en práctica de las virtudes, el trato de confianza que ha logrado establecer con sus clientes la ayuda a vivir el espíritu del Opus Dei en su vida laboral. Para recordar con frecuencia que sí es posible meter a Dios en el trabajo, Carla acude con la mirada a un pequeño crucifijo que tiene en su escritorio, pero además procura poner mucho cariño en el trato con la gente.

“Cuando estoy tratando con los clientes, cuando platico con ellos, trato no solamente de hablar de temas financieros, sino que a veces, por el trato de confianza que existe, me piden algún consejo o me cuentan cosas personales y procuro, además de rezar por ellos, darles un buen consejo, algo que les pueda servir para que sean mejores personas y, si se puede, ayudarles a que se acerquen a Dios”.

Carla no tiene la menor duda respecto a los efectos positivos de intentar hacer su trabajo con eficacia humana y perspectiva divina. Es verdad que un cliente acude a un banco en busca de un buen asesoramiento financiero, pero si además recibe un trato amable, a base de muchos detalles pequeños, es seguro que saldrá con una gran sonrisa.