A través de la intercesión de Montse, en dos meses obtuve un trabajo excelente en una nueva ciudad. Sobre el papel, no tenía la cualificación suficiente para este empleo: con solo un año de experiencia en un pequeño despacho de abogados, calificaciones no muy altas en una escuela normal de derecho y la necesidad de trasladarme de una importante ciudad a otra de los Estados Unidos, no estaba claro que pudiera siquiera conseguir un empleo en mi primer año, mucho menos uno fantástico.
Pero deseaba trabajar en una firma de primer nivel y convertirme en un buen abogado. Así que, al final de la primavera, empecé a rezar al menos una vez al día la oración de la estampa de Montse Grases y pedí a amigos y familiares que se unieran a mí para implorar su intercesión.
Al principio del verano, le dije a mi actual jefe que necesitaba mudarme. Aunque no tenía ninguna obligación de hacerlo, me permitió seguir con él, al menos durante un tiempo, mientras buscaba un trabajo. En mi primer viaje a la nueva ciudad pude conseguir una reunión, con la ayuda de un amigo, en el despacho de abogados que más me gustaba, no muy grande y de primer nivel. Mi colega me dijo que no había vacantes, pero que podía usar su nombre para llamar a la puerta de otros bufetes del mismo ámbito.
me ofrecieron puestos en dos firmas de prestigio
Continué rezando las estampas y me puse en contacto con todos los bufetes respetables de mi área. Después de docenas de rechazos, me ofrecieron puestos en dos firmas de prestigio, aunque mi primera opción era el despacho que visité por primera vez. Durante la última semana, en la que tenía que dar respuesta a las dos empresas que me habían ofrecido empleo, el bufete que me gustaba me concedió otra entrevista. Sorprendentemente, la entrevista salió bien y ‒estando bajo presión y con poco tiempo, debido a las ofertas que acabo de mencionar‒ ¡me llamaron del primer despacho en el mismo día para ofrecerme un trabajo!
Además, aunque le dije a la empresa que trabajaría por poco dinero, aunque fuera solo para “poner mi pie en la puerta” a principios de verano, ahora podía pedir un salario competitivo y otros beneficios, a raíz de las otras ofertas que había recibido. Llegamos a un acuerdo y comencé a trabajar al final del verano como socio a tiempo completo. ¡Apenas podía creerlo! Doy las gracias Montse y también a todos mis amigos que le rezaron por mí.
C.L., Estados Unidos, 12-III-2017
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