Estudió la carrera de medicina en la Escuela Médico Militar, llegó a grado de Mayor del Ejército Mexicano.
Don César pidió la admisión al Opus Dei el 7 de junio de 1949, en la calle Nápoles, tan sólo tres meses después de haberse erigido el primer centro en México, siendo uno de los primeros numerarios mexicanos. Inició la labor apostólica de la Obra en la ciudad de Monterrey y fue el primer director de la Residencia Universitaria Panamericana en la Ciudad de México. Conoció a san Josemaría en el verano de 1964, en Roma.
Fue ordenado sacerdote el 27 de agosto de 1967, siendo en esa ocasión el único mexicano que recibió el sacramento. Desarrolló su ministerio sacerdotal principalmente en la Ciudad de México donde -hasta que sufrió un infarto cerebral hace pocos meses- siguió confesando, no obstante sus limitaciones físicas.
La mañana de su marcha al cielo, recibió la unción de los enfermos y la comunión eucarística. Sus restos reposan en el Nuevo Panteón Jardín de la Ciudad de México.
¡Descanse en paz!