Eminencia: carissimo don Lázaro, queridos nuevos sacerdotes, familiares y amigos.

Deseo brevemente felicitaros a todos en este día en el que agradecemos a Dios la ordenación de estos nuevos 25 sacerdotes. Mi gratitud también se dirige en particular al Card. don Lazaro, por haber conferido esta ordenación sacerdotal.

Queridos nuevos sacerdotes: ¡enhorabuena! Hoy habéis recibido un gran don de Dios, para el bien de los demás, especialmente mediante la palabra y los sacramentos. En la intimidad con Dios, encontraréis siempre la fuerza para desempeñar vuestra misión sacerdotal al servicio de la Iglesia en el Opus Dei. Como sabéis bien, en los momentos de prueba, que no faltarán, hallaréis la fuerza en la celebración de la Eucaristía, en la oración, en el sacramento de la Reconciliación, en la dirección espiritual.

Queridos padres y hermanos de los nuevos sacerdotes: ¡muchas felicidades! Es una alegría compartir con vosotros esta feliz celebración, que hoy lo es para toda la Iglesia y para el mundo. También será una alegría para los padres que nos acompañan en la distancia o desde el Cielo. Los padres habéis colaborado muy directamente en que germine en vuestros hijos el precioso don de la vocación sacerdotal. Pido al Señor que siga bendiciendo vuestros hogares.

Unámonos con nuestra oración a las intenciones del Papa Francisco por la Iglesia y por el mundo; en especial imploremos a Dios el don de la paz.

Dirijamos nuestra oración a la Santísima Virgen, por intercesión de san Josemaría, especialmente por estos nuevos 25 sacerdotes.