De profesor a sacerdote

El próximo domingo un mexicano será ordenado sacerdote de la Prelatura en Torreciudad, conoce a Emanuel en esta entrevista que le realizamos.

El próximo 2 de septiembre, el obispo de Cuenca, D. José María Yanguas Sanz ordenará en el santuario de Torreciudad a tres sacerdotes entre los que se encuentra el mexicano Emanuel Estrada

Emanuel de Jesús Estrada Canizales nació el 12 de julio de 1976 en Monterrey, y tiene dos hermanas menores. Licenciado en Filología Inglesa en el año 2000, ha trabajado durante 18 años como profesor de inglés en el colegio Ciudad de los Niños de Monterrey, además de compaginar su trabajo con la Traducción escrita y simultánea. En 2011 realizó un máster en Asesoramiento en Orientación Familiar, en la Universidad de Navarra. Desde entonces ha compaginado la enseñanza del idioma inglés con la Orientación Familiar.

¿Qué significa un sacerdote para todo México?

Pienso que un sacerdote significa mucho, para cualquier sitio. En el caso particular de México, con la fe cristiana arraigada en muchas personas y ambientes, representa otra oportunidad más para encontrar un aliento en medio de las dificultades que pudieran existir. Los cristianos de mi país, como todos los demás, siempre están a la espera de vocaciones sacerdotales que les acompañen en su caminar terreno.

PEDAGOGÍA Y SACERDOCIO

Usted ha trabajado 18 años en el mundo de la Educación: ¿Ser buen pedagogo es importante para ser un buen sacerdote?

Creo que sí. Un sacerdote siempre necesita cultivar las habilidades necesarias para transmitir un mensaje que sea claro y atractivo, como lo hace un buen profesor. De este modo, quienes le escuchan tendrán el deseo de conocer más, de ir siempre hacia arriba. El sacerdote muchas veces es el encargado de “encender la chispa”, y de ahí en adelante los fieles serán quienes descubran, cada uno a su manera, la belleza de la fe cristiana.


Usted es licenciado en Filología inglesa: con castellano e inglés usted puede hablar casi a medio mundo…

(Sonrisa…) Como la Filología tiene una estrecha relación con la comunicación humana, intentaré transmitir a los demás todo lo relacionado con el Señor, con el fin de que le conozcan mejor. De hecho, el tema de mi tesis doctoral es el del pasaje del Génesis correspondiente a la torre de Babel. De este modo, creo tener algunos argumentos para ayudar a que las personas comprendan, del mejor modo posible, el atractivo de la fe.

Un sacerdote siempre necesita cultivar las habilidades necesarias para transmitir un mensaje que sea claro y atractivo, como lo hace un buen profesor.

Por motivos de trabajo, ha viajado mucho: ¿la sed de Dios sigue vigente en un mundo sin fronteras?

Así lo creo. Siempre me ha llamado la atención encontrar, en sitios tan distintos entre sí, y también en las gentes sencillas, cualidades tan humanas como la amistad, la cortesía, y otras más que hacen posible la convivencia. Y todas estas cualidades no son sino manifestaciones de que hay algo que nos une más allá de la lengua y la cultura, cosas que son muy nobles en sí, pero que se quedan siempre cortas ante la realidad de saber que todos somos hermanos por tener un mismo Padre.

A menudo me conmueve ser testigo de la confianza y del trato con Dios que tienen muchas personas. Todo esto se manifiesta con variaciones, comprensibles por venir de culturas diferentes, pero que muestran que Dios sigue presente en la vida ordinaria.

LA IMPORTANCIA DE LA FAMILIA

También ha dedicado parte de su vida a la orientación familiar: ¿Cómo pueden ayudar los sacerdotes a custodiar la unidad y la felicidad de las familias?

Pienso que con el acompañamiento y, sobre todo, con la oración. Las familias me han ayudado a comprender que de la familia dependen muchas cosas: vocaciones de entrega, capacidad de escucha, generosidad, olvido de sí… Los sacerdotes debemos estar siempre atentos a cuidar este tesoro, sobre todo por medio de la oración, para que crezca cada vez más.

¿Le interesa ser “traductor simultáneo” de las enseñanzas del Papa Francisco?

¡Claro! Además, el mensaje que el Papa Francisco transmite -de una manera muy adecuada- proviene en último término de parte del Señor. Un traductor se encarga de entregar algo que no es suyo, por decirlo así. Debe cuidar la fidelidad al contenido original de modo que resalte siempre el pensamiento del autor, y las opiniones personales del traductor queden al margen o desaparezcan. El mensaje cristiano siempre resulta atractivo, con independencia del tiempo y las diferencias culturales.

Me impresiona la espontaneidad en sus conversaciones, su sentido del humor y su facilidad para ganarse a la gente con una sonrisa.

¿Hay alguna persona que haya sido importante en el desarrollo de su vocación sacerdotal?

Pienso ahora en todas las personas, de mi propia familia y fuera de ella, que han contribuido a que fuera descubriendo la llamada del Señor. Gracias a mis padres conocí la Obra, pues en su momento procuraron que mis hermanas y yo tuviéramos una buena educación cristiana, y con este motivo nos llevaron a una escuela que es una labor personal de la Prelatura en Monterrey: la Ciudad de los Niños. Ya desde entonces me fui familiarizando con el espíritu de la Obra en tantos detalles.

Muchas personas me han hecho palpar la belleza de seguir a Cristo. Enumerarlas ahora sería muy largo. Las tengo muy presentes y con frecuencia rezo por ellas.

¿Qué aspecto del sacerdocio de san Josemaría le gustaría imitar particularmente a partir de ahora?

Su don de gentes. Me impresiona la espontaneidad en sus conversaciones, su sentido del humor y su facilidad para ganarse a la gente con una sonrisa. Dado que con el sacerdocio se trata de llegar al mayor número posible de personas, le pido a san Josemaría que me ayude a transmitir a los demás toda la cercanía y comprensión posibles, de modo que puedan acercarse al Señor y así sean felices.


¿Qué “peso” tiene la Virgen de Guadalupe en su historia personal?

Muchísimo. Ella siempre ha estado presente en cada etapa de mi vida. Una vez que regrese a mi país viviré durante algunos meses en la Ciudad de México, ejerciendo el ministerio sacerdotal y viviendo en una residencia universitaria. Por lo tanto, una de las primeras cosas que haré será ir a visitarla a la Villa, para agradecerle todo lo que me ha ayudado.