Thomas es uno de los barítonos del coro de la Iglesia de san Josemaría en Guadalajara. Desde hace nueve años asiste todas las semanas a las misas dominicales para cantar; aunque su profesión es ser asesor de bienes raíces. El pasado mes de marzo fue recibido en la Iglesia católica. Este 26 de junio celebró la fiesta de San Josemaría por primera vez como católico.

Antes del 2007, ¿cómo celebraba la fiesta de san Josemaría?

Antes era sólo un observador. Tengo 37 años casado con una supernumeraria y desde entonces sólo observaba. Pero nunca fue lo mismo que siendo parte de la Iglesia Católica. Es otro espíritu, otra impresión muy distinta. Apreciaba mucho a san Josemaría pero una vez que entré en la familia de la Iglesia, pasé de ser simplemente observador y testigo externo a participar, eso lo hace muy diferente. Esa participación es mucho más profunda sobre todo porque he podido comulgar.

¿En qué influyó el espíritu de san Josemaría para su encuentro con la fe católica?

En muchas cosas. Me ayudó a entender la verdadera vocación del católico como un camino hacia Cristo. Yo había crecido en una casa cristiana no católica (…). Lo que enseñó san Josemaría fue la santificación del trabajo ordinario; esta idea es muy profunda que nos debe de facilitar todos los que pretenden ser cristianos. También dejaron en mi una profunda huella sus enseñanzas sobre el mandato de Cristo hacia la caridad y la fraternidad basados en la verdad de ser hijos de Dios. También me ayudó las meditaciones y la fuerza de todas sus homilías… A través de San Josemaría, la fe católica fue poco a poco penetrando; fue tal vez un poco lento, pasé 37 años escuchando el mensaje hasta que en un momento, un domingo “se prendió el foco”.

Quiero vivir mi cristianismo lo más profundamente posible, lo más completamente posible. Creo que todos podemos ganar algo de paz interior y aprecio de lo que es la vida cotidiana a través de lo que enseñó san Josemaría.