Don Bernie, como mucha gente lo conocía, nació en el estado de Puebla el 3 de noviembre de 1930. Pidió su admisión al Opus Dei el 19 de marzo de 1953 y, poco tiempo después, recibió la ordenación sacerdotal el 21 de diciembre de 1958 en la ciudad de Madrid.
Además de su actividad pastoral, en distintas etapas de su vida colaboró en las tareas de gobierno del Opus Dei. A finales de los años 50 del siglo pasado, san Josemaría Escrivá lo invitó a trabajar con él en el Consejo General del Opus Dei en Roma. Vivió unos años en los Estados Unidos, desde donde viajaba para colaborar con las labores de formación de la Obra en diversos países de América.
Ya de vuelta en la Ciudad de México, fue capellán del IPADE donde muchos participantes los recuerdan con cariño y agradecimiento por los consejos y ayuda que les brindó.

Lo recordamos por su simpatía, sentido común y fino don de gentes. Murió, con tranquilidad en su casa en la Ciudad de México, rodeado del cariño y las oraciones de quienes vivieron con él en estos últimos años en los que la demencia senil y la pérdida de audición lo fueron desconectado paulatinamente. Durante una de las misas que se han celebrado por su eterno descanso, el celebrante recordó cómo, a pesar de sus limitaciones, no dejó de participar en los ratos de convivencia diaria de su casa sin perder el sentido del humor. ¡Que descanse en paz!