Conociendo a Arturo Álvarez. Entrevista a Javier Galindo

Arturo Álvarez fue Ingeniero de profesión pero maestro de vocación, nació en Ciudad Guzmán y falleció el 28 de noviembre de 1992 en Guadalajara, Jalisco. Quienes lo conocieron afirman que su buen sentido del humor y su alma pedagógica ayudó a acercar a varias almas a Dios. A continuación presentamos una entrevista a Javier Galindo, autor del libro “La vida plena de Arturo Álvarez”.

¿Quién es Arturo Álvarez?

Arturo es un Ingeniero Químico mexicano. Egresó en 1958 de la Universidad de Guadalajara en el estado de Jalisco, dos años después se reintegró a la misma, dedicándose a la cátedra por el resto de su vida. Falleció el 28 de noviembre de 1992. Hombre extraordinario por su congruencia, humildad, talla intelectual, fidelidad a toda prueba y afán de dar dentro del aula sentido trascendente a la manera de actuar de cada alumno. Tarea nada fácil, considerando el laicismo y oposición religiosa que imperaba en esos años en la Universidad del Estado. El Ingeniero Álvarez Ramírez, de profunda vida espiritual, se incorporó en 1969 a la Prelatura del Opus Dei, como agregado, cuya espiritualidad supo encarnar y, dentro de sus circunstancias ordinarias, se convirtió en ejemplo a seguir dentro del ambiente universitario. Acercó a muchas almas a Dios, a la Iglesia Católica y a la Obra. Arrastraba con su ejemplo, ciencia y coherencia, en donde hacía compatibles un alto nivel de exigencia académica con una apertura a la amistad y servicio desinteresado.

es testimonio de vida dedicada a servir a los demás, en la delicada tarea educativa de jóvenes estudiantes universitarios

¿Qué te inspiró a investigar y a escribir sobre su biografía?

Arturo Álvarez es testimonio de una vida dedicada a servir a los demás, en la delicada tarea educativa de jóvenes estudiantes universitarios. Con respeto a las convicciones y libertad de cada quien, ofrecía los argumentos sólidos que permitían reflexionar en la trascendencia de la vida humana, la veracidad de la vida cristiana, la adquisición y práctica de hábitos operativos enfocados a dedicarse con ahínco a ser mejores personas, ciudadanos responsables y fundadores de familias estables y de principios.

Se incorporó a la Prelatura del Opus Dei en 1969, supo vivir con lucha calificable de heroica la espiritualidad de la Obra. Su ejemplo e infatigable actividad apostólica, centrado en su labor ordinaria familiar, profesional y social, facilitaron la decisión de entrega a diversos carismas de la Iglesia, junto con la promoción de un notable número de vocaciones a la Prelatura Personal.

Ha sido ejemplo de cómo se concreta la lucha por la santidad en medio del mundo, mediante una vida profesional seria, prestigiosa

¿Cómo crees que el ejemplo del ingeniero Álvarez trasciende a la sociedad actual?

Arturo Álvarez es considerado “Maestro de Maestros”, porque la calidad y técnicas pedagógicas con que supo transmitir los conocimientos a los demás, han sido adoptadas por un buen número de discípulos suyos que se dedican a la docencia de manera profesional. Cuando Arturo detectaba cualidades para la enseñanza en un alumno, solía concientizarlo y animarlo a servir a la sociedad mediante la educación.

Él es uno de los principales protagonistas de la excelencia académica que adquirió la Facultad de Ciencias Químicas (así llamada hasta los años 90) de la Universidad de Guadalajara, y promotor de cambios vigentes actualmente en dicha casa de estudios superiores.

Ha sido ejemplo de cómo se concretan la lucha por la santidad en medio del mundo, mediante una vida profesional seria, prestigiosa, de servicio en la sociedad civil, y la naturalidad con que una vida espiritual profunda conduce a un afán intenso de acercar almas a Dios y a la Iglesia.

¿Por qué le recomendarías a la gente leer “La vida plena”?

“La vida plena” es una biografía básica del Ingeniero Álvarez, que entreteje las etapas de su vida ejemplar, salpicando con anécdotas la rica personalidad del atrayente personaje. Escrita en un lenguaje sencillo, muestra la influencia de su infancia en Ciudad Guzmán. El traslado a Guadalajara, que le permitió continuar con esfuerzo sus estudios en la Universidad del Estado, laicista, de tinte comunista en aquellos años y reacia a lo religioso. 

El libro aborda su encuentro con el Opus Dei, su pertenencia al mismo y cómo supo encarnar su espiritualidad como miembro agregado, atrayendo almas a la Iglesia y a la Obra. Queda patente la profunda vida espiritual y la manera como –en ocasiones contra viento y marea- fue capaz de convertirse, por su prestigio profesional, coherencia de vida y la lucha por vivir heroicamente las virtudes, en punto de referencia ante catedráticos y colegas, pero, sobre todo, formador incansable de cientos de estudiantes universitarios, dando sentido de trascendencia a varias generaciones de jóvenes.