Opus Dei

San Juan Pablo II habla de san Josemaría, en el día de la canonización del fundador del Opus Dei.

Ofrecemos varios estudios publicados en Cuadernos del Centro de Documentación y Estudios Josemaría Escrivá de Balaguer y en Studia et Documenta, escritos por José Luis Illanes, Gonzalo Redondo y Julio González-Simancas y Lacasa.

Gracias a Studia et Documenta, la revista del Instituto Histórico San Josemaría Escrivá de Balaguer (ISJE), publicamos treinta artículos sobre la historia del Opus Dei y de San Josemaría, descargables en formato PDF.

Algunas anécdotas y juegos sobre la vida de san Josemaría para los más jóvenes: crucigramas, el juego de la memoria, laberintos y dibujos para colorear, como el camino hacia Belén o el nacimiento de Jesús.

Con el nuevo "Memoria" podrán conocer la vida de san Josemaría mientras emparejan tarjetas con dibujos del libro "Historia de un sí".

La devoción a la Virgen María es una referencia constante a lo largo de la vida de San Josemaría Escrivá. Todas las advocaciones que conoció encontraron un lugar en su corazón, y algunas cobraron especial relevancia en momentos concretos de su vida: la Virgen de la Merced, patrona de Barcelona, fue una de ellas.

Isidoro Zorzano Ledesma nació en Buenos Aires (Argentina) el 13 de septiembre de 1902 y falleció en Madrid (España) el 15 de julio de 1943, después de una larga enfermedad.

Como decía san Josemaría, cuando celebramos las fiestas marianas, y en bastantes momentos de cada jornada corriente, los cristianos pensamos muchas veces en la Virgen. Si aprovechamos esos instantes, imaginando cómo se conduciría Nuestra Madre en las tareas que nosotros hemos de realizar, poco a poco iremos aprendiendo: y acabaremos pareciéndonos a Ella, como los hijos se parecen a su madre.

“No tenía ningún cliente, pasaba por el lado de la estampa, le ponía la mano y le decía “ayúdame” y me llegaban tres, cuatro o cinco cambios de aceite. Cada vez que no tenía pega acudía a él y me llegaba trabajo. Así se fue formando nuestra amistad”.

Desde su adolescencia, a Josemaría Escrivá le gustaba la música. Le gustaba cantar. Y cantaba bien. Y desde su adolescencia utilizó la música para rezar, para unirse a Dios.