Conocerle y conocerte (VI): Un lenguaje más poderoso
Dios habla en voz baja, pero constantemente; en la Sagrada Escritura -especialmente en los Evangelios- y también a través de nuestro interior.
Conocerle y conocerte (V): Cómo nos habla Dios
El lenguaje de la oración es misterioso: no podemos controlarlo pero, poco a poco, experimentamos que cambia nuestro corazón.
Conocerle y conocerte (IV): Cuando sabemos ponernos a la escucha
La vida de Moisés nos enseña que, para cumplir la misión a la que estamos llamados, necesitamos ser transformados por el Espíritu Santo a través de la escucha de Dios en el diálogo filial con Él.
Conocerle y conocerte (III): En compañía de los santos
Para aprender a orar pueden servirnos de ayuda aquellos hombres y mujeres que lo hicieron durante su vida: los santos. De manera especial, santa María.
Conocerle y conocerte (II): De labios de Jesús
En este segundo editorial de la serie se considera la iniciativa de Dios en la oración, que acude al encuentro del hombre y educa su corazón para que pueda entrar en relación con Él y descubra su condición de hijo amado de Dios.
Conocerle y conocerte (I): Robar el corazón a Cristo
El buen ladrón con una palabra robó el corazón a Cristo y abrió las puertas del Cielo. Así es la oración: una palabra que roba el corazón a Jesús y nos permite vivir, desde ese momento, junto a Él.
Para mí, vivir es Cristo (II): caminos de contemplación. Unidad entre oración y evangelización
Adentrarse por caminos de contemplación significa dejar obrar al Espíritu Santo para que Él refleje en nosotros la faz de Cristo en todas las situaciones de nuestra vida.
Para mí, vivir es Cristo (I): en la alegre esperanza de Cristo. La fe en el Amor de Dios
Dejarnos tocar por el amor de Dios, dejarnos mirar por Cristo: la esperanza nos abre un mundo, porque se basa en lo que Dios quiere hacer en nosotros.
«Dale gracias por todo, porque todo es bueno»
Agradecer, ante lo bueno y ante lo malo, es saberse siempre querido por Dios: gracias por estar aquí a mi lado; gracias porque esto te importa.
Nuevos Mediterráneos (V): «A Jesús, por María»
San Josemaría rezaba a la Virgen desde pequeño; de mayor descubrió más: se encontró en los brazos de una Madre, tan cercana como lo es el Cielo.