Opus Dei

Santa María, Madre de Dios: el año inicia con la fiesta que indica el lugar especial de la Virgen en el misterio cristiano. A lo largo del año, la Iglesia recuerda a sus hijos la presencia maternal y discreta de María: junto a San José, Ella peregrina con nosotros a través de la historia.

Segunda parte del editorial sobre el reto de leer. El diálogo con los libros y con los otros lectores potencia la experiencia de la lectura: descubre horizontes, ahorra desencantos, y optimiza nuestro tiempo para leer, que siempre es poco.

Leer, como escuchar, es un valor esencial para ensanchar nuestro horizonte, de por sí limitado; para madurar nuestras perspectivas; para comprender la complejidad y, a la vez, la simplicidad de lo real. Leer para crecer, sin ahogarse en la marea de los libros: se aborda este reto en un editorial, en dos entregas.

Para poder dar misericordia, necesitamos recibirla de Dios: mostrarle nuestras heridas, dejarnos curar, dejarnos querer. En un mundo «a menudo duro con el pecador e indulgente con el pecado», el salmo miserere –ten misericordia de mí– es la gran oración del perdón que libera el alma, que nos devuelve la alegría de estar en la casa del Padre.

Las obras de misericordia espirituales atienden al hambre y a la sed, a la desnudez y al desamparo, a la enfermedad y a la cautividad que experimenta, en tantas formas diversas, el corazón humano.

Este editorial trata de las obras de misericordia corporales, que sugirió Jesucristo. Un cristiano no puede desentenderse de las necesidades de los demás, también de los desconocidos, porque en ellos es Cristo quien nos reclama ayuda.

En este primer editorial dedicado a las fiestas del Señor que la Iglesia nos presenta a lo largo del Tiempo Ordinario, recogemos algunas consideraciones de cuatro de ellas: La Presentación, la Anunciación del Señor, la Santísima Trinidad y el Corpus Christi.

En el fondo del misterio de la misericordia divina late la alegría de Dios que quiere entrar en el mundo. La misericordia no es, pues, solo un resorte que se activaría ante la debilidad o las imperfecciones de quienes nos rodean: es un amor sin reservas, que no calcula; es irradiación de un Amor que no es de este mundo.

"¡No tengáis miedo de dar vuestro tiempo a Cristo!". Este consejo de san Juan Pablo II se refiere principalmente al domingo, día de descanso en familia y día de adoración a Dios. Nuevo editorial de la serie sobre el año litúrgico.

Cuando rechaza la tentación de someter los reinos de la tierra, Jesús deja entrever cómo es su dominio de la historia. Aunque a los ojos humanos pueda parecer una ingenuidad, Dios reina con su misericordia. Y así quiere que sus enviados, los cristianos, le hagamos presente en el mundo.