Opus Dei

Cuando perdí la tarjeta, me di cuenta de que tenía una suma más o menos importante en el banco.

La declaración del testigo era importante en el juicio, pero este no podía faltar al trabajo.

Mis padres cumplían 50 años de matrimonio, pero mi madre no quería celebrarlo.

Estaba preocupado porque había previsto unas vacaciones que iban a complicarse si persistía el dolor en la rodilla.

El hijo menor de una familia numerosa estaba peleado con sus hermanos.

Tenía poco tiempo y necesitaba pasar por una oficina para hacer una gestión.

Durante un tiempo encomendé a Montse que ayudara a mi hijo en sus exámenes.

Me preocupaba haber perdido las tarjetas y la documentación y decidí encomendárselo a Montse.

Mi nieta, que tanto adoro, sufría una insuficiencia renal.

Mi amiga no conseguía el pasaporte, pero el día de su cumpleaños se llevó una sorpresa.