Me llamo Henrik, soy de Sabadell y llevo dos años en Hungría . Estoy estudiando Ingeniería Aeronáutica.
Una cosa que me ha sorprendido de los húngaros es que son gente muy acogedora. Por ejemplo, una vez quedé con unos amigos y estuvimos comiendo gulags , el plato típico húngaro, que es una sopa con carne y verduras. Y estuvimos hablando tanto tiempo que la comida casi se juntó con la cena.
Como consecuencia del comunismo, aunque el nivel académico es muy alto, hay bastante gente que es atea y por eso han perdido el sentido que tiene el trabajo.Pero también mucha gente que va por el Centro del Opus Dei ha descubierto que con el trabajo puede acercarse más a Dios y servir a los demás.
Supongo que ocurrirá en otros sitios, pero a veces los húngaros son gente muy creyente pero les falta formación cristiana. Por eso procuramos facilitarles documentos o textos del Papa , de San Josemaría para que tengan una fe más sólida.
Estamos muy ilusionados en poder llevar a algunos chicos a la Jornada Mundial de la Juventud a Madrid, para que puedan escuchar directamente al Papa y así, a la vuelta, puedan transmitir a los húngaros la felicidad que se tiene al seguir de cerca a Jesucristo.
Conferencia sobre Josemaría Escrivá en la Universidad católica de Budapest