Testimonios de la devoción a la Virgen de Torreciudad en la comarca

Algunos de los habitantes de la comarca de Ribagorza cuentan cómo su vida ha estado unida a la devoción a la Virgen de Torreciudad.

Me casé en la ermita de Torreciudad. En mi familia, la tradición de Torreciudad era algo natural. Ya contaban las primeras memorias que se organizaban romerías de los pueblos a Torreciudad, y no solo de los pueblos, sino también de las familias. Entre el domingo de San Joaquín, que tradicionalmente se consideraba la fiesta de Torreciudad (el domingo siguiente al día de la Ascensión de la Virgen, en el mes de agosto), y el primer domingo de octubre, todos los domingos de septiembre peregrinaban familias y pueblos a Torreciudad.

El camino era muy malo, estrecho y con muchas piedras. Siempre llevábamos caballerías, sobre todo para el regreso, para subir la cuesta. También venían personas que pedían curaciones por intercesión de la Virgen de Torreciudad, uno de ellos fue San Josemaría. Los miembros de la cofradía de Nuestra Señora de Torreciudad también venían con frecuencia. Esta cofradía, además de tener un carácter penitente, fomentaba la Eucaristía y la confesión, y era una cofradía familiar.