San Josemaría regresa a Valladolid

Desde el 22 de febrero, una reliquia ‘ex sanguine’ de san Josemaría Escrivá se encuentra en la iglesia penitencial de Nuestra Señora de las Angustias de Valladolid, por petición de la Junta Rectora de la Cofradía, para su veneración pública.

Entre 1938 y 1949 san Josemaría visitó Valladolid en más de sesenta ocasiones. Desde el 22 de febrero, y por petición expresa de la Junta Rectora de la Ilustre Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias, una reliquia suya está ya custodiada en la iglesia penitencial para su veneración pública.

La iglesia penitencial vallisoletana, uno de los pulmones de la Semana Santa, se llenó de cofrades y de amigos de san Josemaría (más de doscientas personas) para recibir la reliquia ex sanguine y poder venerarla tras celebrar la Santa Misa.

La ceremonia estuvo presidida por don Ignacio Aparisi, vicario de la prelatura del Opus Dei para el Noroeste de España. Don Ignacio recordó en su homilía el especial cariño que san Josemaría tenía por Valladolid, donde se abrió el tercer centro del Opus Dei.

El acto respondía a la petición e interés de la Cofradía pues, tal como manifestó su secretario Alejandro Carrión Ferrero, “siempre ha sido deseo de la Cofradía que nuestro templo cuente con la reliquia de un hombre santo, que con su vida ha sido ejemplo para muchos cofrades y devotos, y que además tienen una especial vinculación con su persona y con la institución que fundó y presidió tantos años”.

El cariño de los cofrades se vuelca en una pieza muy especial y cuidada. El relicario que custodia la sangre de san Josemaría es una obra realizada por el taller de orfebrería cordobés de Manuel Valera Pérez. Se trata de una pieza original, en plata de ley, especialmente diseñada para esta ocasión.

Los detalles aluden tanto a san Josemaría como a la Cofradía. Así, el repositorio de forma octogonal recuerda a la planta de la capilla de Nuestra Señora de las Angustias. La pieza está rodeada por siete cristales de color azul Turquí que evocan los Siete Dolores de la Virgen, rematada en la parte superior por la Santa Cruz. En la parte central se pueden observar ocho rosas, imagen de la Rosa de Rialp, gracia del Cielo, que San Josemaría siempre consideró recibida a través de la Virgen.

Don Ignacio Aparisi recordó que el mensaje de san Josemaría pone de relieve que “todos estamos llamados a entablar una relación ininterrumpida con Jesucristo”. 

El vicario compartió con los asistentes la afirmación de san Josemaría en la que anima a cultivar esta presencia: “La vida habitual de un cristiano que tiene fe, cuando trabaja o descansa, cuando reza o cuando duerme, en todo momento, es una vida en la que Dios siempre está presente”.

Fueron más de doscientas las personas que pudieron venerar la reliquia que queda ya bajo el amparo de Nuestra Señora de las Angustias. Todos los que visiten Valladolid podrán acercarse a esta iglesia penitencial y acudir a la intercesión de san Josemaría y de Nuestra Madre.

Para concluir el acto, el vicario manifestó su deseo de que “con este culto se derramen muchas gracias para los fieles de la Cofradía y para cuantos veneren la reliquia.” Asimismo, animó a todos los vallisoletanos a que acudan a la intercesión de san Josemaría y a la protección de Nuestra Señora de las Angustias.