El Centro de Estudios Josemaría Escrivá (CEJE) de la Universidad de Navarra organizó una mesa redonda en la que intervinieron el filólogo Fidel Sebastián, la catedrática de filología inglesa Ruth Breeze y el teólogo e historiador Constantino Ánchel. La investigadora del CEJE Inmaculada Alva moderó la sesión.
“He descubierto el san Josemaría místico”. Esta fue la idea con la que resumió sus reflexiones Fidel Sebastián, filólogo por la Universidad Autónoma de Barcelona, experto en el Siglo de Oro y responsable de la edición especial n.º 100 de Camino, la obra más difundida del fundador del Opus Dei y de la Universidad de Navarra. Según Sebastián, Josemaría Escrivá se mueve en la línea de los grandes místicos de la tradición española. “De santa Teresa de Jesús tiene la oración; de san Juan de la Cruz, el espíritu de abnegación; y de Fray Luis de Granada, la oratoria, la fuerza persuasiva”.
Fidel Sebastián destacó que para este trabajo se fijó en la edición de El Quijote de su maestro, el catedrático Francisco Rico. “En esta versión se ofrece el texto original, anotado y con una introducción sobre su contenido, estilo y contexto. He procurado acercarlo a la gente de hoy. Personalmente he descubierto un nuevo Josemaría”.
“Dediqué tres años intensos -señaló Sebastián al hablar del volumen de trabajo desarrollado-. Era mañana y noche con él en la cabeza y en el corazón, leyendo y releyendo sus textos hasta profundizar en el Josemaría místico. Él no quería hablar de fenómenos de ese tipo por un pudor lógico y también porque no formaba parte de su carisma: la búsqueda de la santidad en medio del mundo. A la vez, analizando su vida, vemos que muchos aspectos, aun siendo extraordinarios, eran para todos, como la consideración de la filiación divina”, saberse hijos de Dios y vivir como tales.
El gran desafío de las traducciones
Camino es un libro de espiritualidad que ha traspasado fronteras y generaciones desde su primera edición en 1939. El carácter universal de esta obra, que contiene 999 puntos breves de meditación personal, lo demuestran los más de cinco millones de ejemplares difundidos en todo el mundo.
A partir de esa panorámica, la catedrática Ruth Breeze expuso la variedad de traducciones de Camino a lo largo de su historia. “Según el Instituto Cervantes, es una de las obras más traducidas del español a otras lenguas, en concreto, 142, algunas tan diversas como el búlgaro, el coreano o el guaraní”. Concretamente, según el mismo Instituto, es la cuarta obra en castellano con más traducciones, después del Quijote y dos novelas de Gabriel García Márquez.
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Otra faceta abordada por la profesora Breeze como filóloga fue el desafío que supone este libro para el traductor, por su lenguaje dialógico -en forma de conversación- y, en particular, por su dimensión metafórica.
“Una parte de la riqueza y la belleza de cualquier obra literaria reside en el uso figurado que hace de la lengua. Las metáforas no solo tienen un efecto estético, sino que muchas veces nos ayudan a entender mejor los conceptos. En el caso de Camino diría que su lenguaje metafórico es uno de los aspectos que nos permite recordar bien los diferentes puntos, porque llama la atención y engancha al lector, da un toque individual y distinto al mensaje”.

Finalmente el investigador Constantino Ánchel explicó algunos aspectos de los puntos de esta obra que tienen su origen en Pamplona.
En 1937, en plena Guerra Civil, Josemaría Escrivá fue invitado por el entonces obispo de la ciudad, Mons. Marcelino Olaechea, a pasar unos días en la capital navarra. En concreto, estuvo del 17 de diciembre de 1937 al 7 de enero de 1938. Durante los primeros días de ese período realizó unos ejercicios espirituales. Fruto de ese retiro y de las jornadas posteriores san Josemaría tomó notas que posteriormente se reflejaron en 13 puntos del libro.
El historiador insistió en que los puntos del libro “no fueron resultado de un trabajo de redacción específico sino que surgieron de la vida personal, de la oración y del apostolado de Josemaría Escrivá”. Además, aclaró que la fuente principal de los puntos de Camino son los Apuntes íntimos del santo, que se conservan en Roma y que están en fase de estudio por parte de algunos investigadores.

