La ceremonia ha tenido lugar en la basílica romana de san Eugenio, donde numerosos familiares y amigos acompañaban con su oración y cariño a los candidatos al diaconado. La grabación de la ceremonia puede verse en este enlace.
En la homilía, Mons. Ferrada ha resaltado que en la vida de una persona entregada a Dios “todo se resume en el amor” y en la “amistad con Cristo”. “Sólo el amor es creíble -ha recordado a los ordenandos-, y vosotros lo seréis si os lanzáis al océano del amor divino, a la escucha de la palabra de Dios, a los sacramentos y al servicio, aprendiendo de todos”.
Mencionando a cada uno por su nombre, el obispo les ha recordado también que “Él nos ama como el Padre ama al Hijo , o sea sin límites y sin medida. Su muerte en la cruz por amor, por nosotros sus amigos (Jn. 15,14), es la prueba incontestable. De este mismo modo, Jesús ama a cada uno de nosotros y hoy lo repite a estos queridos elegidos para el diaconado: Sí, a ti, personalmente, te ama y te llama amigo, y no siervo’ (Jn 15,15). Con Él seréis con-siervos, pero para Él sois y seréis siempre amigos”.
“La mies es mucha, y los obreros pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies”. Recordando estas palabras de Jesús, Mons. Ferrada ha añadido: “Vosotros sois la respuesta a la oración incesante de tantas personas en la Iglesia, comenzando por vuestros seres queridos: la madre, el padre, los abuelos, los tíos, los amigos y la comunidad cristiana, los sacerdotes y religiosos, todos los que os han generado en la fe”.
“Sí -ha añadido- sois la ‘respuesta’ también al sacrificio de tantos fieles que, unidos a Cristo crucificado, han ofrecido y ofrecen por vuestra fidelidad y perseverancia los sufrimientos de la enfermedad, de las privaciones voluntarias o la serena aceptación de diversas circunstancias. Pero el compromiso continúa: todos estamos convocados a continuar intercediendo por estos queridos amigos elegidos al diaconado en tránsito hacia el sacerdocio”.
Al final de la homilía ha subrayado: “Con todos los presentes, con el Prelado y con los otros sacerdotes de la Prelatura, con los laicos dedicados a sus obras apostólicas, con vuestras familias, con vuestras amistades y junto a todos los que os quieren, os deseamos un ministerio diaconal muy fecundo, enraizado en el amor y en la alegría del Señor, que os ha llamado calurosamente ‘amigos’ y os ha elegido ‘para que vayáis y deis fruto y vuestro fruto permanezca’ (Jn 15,16)”.
Al final de la ceremonia, el prelado del Opus Dei, monseñor Fernando Ocáriz, expresó su agradecimiento y afecto a los nuevos diáconos y a sus familias, con las que se entretuvo en el patio de la basílica al concluir la ceremonia.
Los 29 nuevos diáconos son:
• Cecil Otieno Agutu (Kenia)
• Ricardo Alanís Cristóforo (México)
• Chinwike Simon-Jude Asolibe (Nigeria)
• Renie Cavales Toco (Filipinas)
• Gaétan Cœurderoy (Francia)
• Javier de Juan Pardo (España)
• José de la Pisa Pérez de los Cobos (España)
• Juan Carlos Díaz Palacio (México)
• Jordi Farreras Tió (España)
• Matteo Frondoni (Suiza)
• Abraham Geraldez Briones (Filipinas)
• Pedro Gil Nogués (Camerún)
• Clemens Maria Gudenus (Austria)
• Jaime Hernández Ojeda (Estados Unidos)
• Juan Pablo Hinojosa Gómez (Australia)
• Javier Jauquicoa Martinena (España)
• Francisco Javier Jiménez Aguilar (El Salvador)
• Carlos Augusto Lisboa Santos (Brasil)
• Djuna Pascal Mansinsa Mvuala (R.D. Congo)
• José Angel Márquez Urízar (México)
• José María Morales de Álava (Suecia)
• Daniele Mottura (Italia)
• Wai Leung Ng (China)
• Marcial Eleno Núñez Álvarez (Paraguay)
• José Fernando Pérez Aguilar (México)
• Álvaro Piquer Altarriba (España)
• Alberto Hikaru Shintani (Japón)
• Roberto Sorrenti (Italia)
• Agustín Torres Gómez (México)