Hacer algo por los demás...
Pienso que, además de otras consideraciones, el empuje fuerte lo recibes cuando estás haciendo oración. Allí te planteas: "Tú, ¿qué puedes hacer por los demás?" Luego es cuestión de pensar algo práctico que puedas hacer y lanzarte a ello. Ilusión no me falta: ves cómo están las cosas en el mundo y piensas en remediar algunas, aunque sean pocas, las que estén más en consonancia con tus inquietudes. En mi caso sentía que podría aportar algo en temas de juventud y tercer mundo.
¿Y qué se te ocurrió?
Junto con algunos amigos míos he creado una ONG con el nombre “Deporte y Desarrollo”. Así comenzamos a trabajar en 1998 con un programa en Nigeria.
¿Y hoy en qué os habéis convertido?
Desde 2004 transformamos nuestra idea inicial en la Asociación “Deporte, Cultura y Desarrollo” para ayudar a la infancia y fomentar la solidaridad. Trabajamos para introducir el deporte y la cultura entre la población infantil de países con altos índices de marginalidad. Para muchos de estos territorios los proyectos que se plantean desde la Asociación (escuelas de fútbol, centros de acogida,…) constituyen una de las escasas oportunidades de ilusionar y atender, cultural y materialmente, a los jóvenes que allí habitan.
Todo empezó en África…
En 1998 iniciamos un primer proyecto en Owerri, Nigeria, un pequeño poblado al sureste del país. Fue el lugar escogido para poner en marcha las bases constitutivas de la asociación: el deporte como una forma de crear nexos de unión entre los pueblos y un aliciente para estimular a la juventud durante el proceso educativo. ¿Qué hicisteis?
En esta población se dio comienzo a una escuela de fútbol para acoger a los niños de la zona, aquellos que por su situación económica y social exigían un mayor reclamo humanitario. Sirvió para que estructuráramos y desarrolláramos nuestras ideas. Las circunstancias de conflictos y violencia impidieron que pudiéramos realizar todo lo que teníamos planteado.
Entonces se trataba también de una tarea educativa…
Por supuesto. Estamos convencidos del valor formativo del deporte por sí mismo, como auténtica escuela de valores. Además sacamos la conclusión de que el estudio fuera una condición indispensable, algo que seguimos fomentando en los actuales proyectos. Esto es importante porque, como es lógico, los que triunfan profesionalmente como deportistas son una minoría. Esta primera iniciativa nos sirvió para adquirir mucha experiencia.
Y después Brasil…
Sí. De la mano de la Fundación Sport-Esperançaubicada en Belo Horizonte (Brasil), en el año 2004 pusimos en marcha el proyecto "Libro en la mano, balón en el pie". Consiste en la creación de escuelas en núcleos de alta vulnerabilidad, localizados generalmente en las favelas. De esta manera se recupera a los niños de la amenaza del narcotráfico y se les facilita una educación básica.
¿Qué utilizáis como aliciente?
Centros de entrenamiento para la práctica del fútbol, un deporte que, como se sabe,
levanta pasiones en el país. Los jóvenes con más talento son seleccionados para formar
parte del club Boa Esperanza, un equipo que se fundó para atender a los hijos de los mineros, y que permite abrir las puertas para alcanzar sueños que la mayor parte de las veces se desvanecen por falta de medios.
¿Llegáis a mucha gente?
Potencialmente a cerca de 20.000 muchachos. Estamos trabajando para llegar al mayor número posible. Ya se está actuando en 54 núcleos en Belo Horizonte y 4 en Ibirité en el estado de Minas Gerais. Los chicos, además de mejorar deportivamente, participan por supuesto en programas educativos, alimentación y servicios sanitarios.
Me hablabas de una gira “solidaria”…
Cada año, desde la creación del proyecto, una selección de entre más de 20.000 chicos, tienen la oportunidad de viajar a España para realizar una gira solidaria y enfrentarse a algunos equipos del país (Real Madrid, Barcelona, Valencia,…). En muchos de estos encuentros cantamos victoria y ya te puedes imaginar el entusiasmo de los chicos al saludar a las estrellas de esos equipos y a muchos más. Además la gira es un importante reclamo publicitario para reivindicar la situación de marginalidad latente de determinadas zonas de Brasil.