Librera de oficio

Leo Rodríguez transmite su entusiasmo por la cultura desde una librería de Vigo.

Un poco de historia

No me considero una gran lectora y sin embargo mi vida ha estado marcada por la lectura. Durante mi infancia tuve pocos libros y soñaba con poner un quiosco. En 1990 me hice librera de profesión, por casualidad, después de haber sido secretaria, cocinera, granjera, vendedora de seguros, miel, jamones, bisutería, efectos navales y otros productos.

Me hice librera porque soy aventurera y no hay mayor reto que sacar una librería adelante. En este oficio encontré mi vocación de difusora de libros, comprometida con la formación de lectores y la promoción de la cultura en todas las edades.

Era una librera novata, idealista, que deseaba cambiar el mundo con la lectura de libros que ayudaran a pensar y plantearse el sentido de la vida. Desde que abrimos una librería en Vigo, en el verano de 1990, he trabajado con ilusión por esos objetivos.

Proyectos iniciales

Tengo que reconocer que aprendí el oficio a fuerza de entusiasmo, sin experiencia ni medios, y con la ayuda de muchas personas: compañeras, bibliotecarios, representantes de editoriales, clientes, etc. Sigo pensando que el mostrador es un pupitre, donde voy cada mañana a aprender.

Pronto pensé que sería bueno que la librería se especializara. En esos años empezaba la Universidad de Vigo y de ahí viene el nombre de Librería Universitaria SUR. Junto con otra socia, elegimos el Derecho y el mundo de la Biblioteconomía, y ahora somos referentes en esas áreas. También hay una amplia oferta de libros de temas familiares y tratamos de responder a un público muy amplio, que nos pide libros sobre Dios o de tema religioso.

Nuevas iniciativas culturales

Desde el principio en la librería teníamos la ilusión de promover iniciativas culturales, pero el volumen del trabajo y la falta de tiempo retrasaban el comienzo. Hasta que Gloria, una clienta habitual, sugirió comenzar y se convirtió en nuestra gran colaboradora.

Así surgieron los “Encuentros con el pensamiento”, hace ya tres años. Es una actividad mensual que pretende llegar a un público intelectual interesado en profundizar sobre temas relevantes, para aprender, dialogar y compartir ideas e inquietudes. Invitamos a alguna persona experta, que aborda el tema elegido -sobre filosofía, historia, bioética, religión, salud, música, etc.- y luego tenemos un coloquio. Queremos reflexionar sobre temas profundos, que faciliten el crecimiento personal.

Al mismo tiempo hemos iniciado dos clubes de lectura infantiles, en dos bibliotecas de pueblos cercanos, y a cada uno asisten mensualmente unos 25 niños y niñas de entre 10 y 15 años con el objetivo de animar a la lectura. A veces invitamos a autores. El resultado está siendo bueno y hay algunos niños que han comenzado además un programa de radio sobre libros. También los adultos de uno de los pueblos han querido que organicemos un club de lectura para ellos, contagiados por la ilusión de los niños, y ha comenzado ya con 24 participantes.

Llegar a muchas personas

Cuando me preguntan por los públicos preferidos de SUR, siempre digo que nos interesa todo el mundo, pero tengo que reconocer que mi debilidad son los mayores y los seminaristas.

Hemos llegado a tener muchos clientes, que son amigos, que vienen a la librería con frecuencia, y piden asesoramiento para elegir los libros. Recuerdo a algunos que al principio no tenían gran preparación cultural y que al cabo de los años han mejorado. Nos gusta mucho acoger a los mayores, atenderles y escucharles sin prisa, para que se sientan como en casa.

A los seminaristas procuramos facilitarles los libros que necesitan y seguimos sus actividades. Nos sentimos parte de su familia. Un sacerdote de la Obra, cliente nuestro, se ha ido a Eslovenia, a realizar allí su labor sacerdotal, y seguimos en contacto para enviarle libros útiles. También colaboramos con sacerdotes que están cerca de San Petersburgo, en Rusia. Nos alegra contribuir con la expansión del mensaje cristiano, a través de los libros.

Pero como decía antes, tenemos un interés prioritario por el público infantil, los padres y madres, profesores y educadores. Nunca pensé que podría realizar un trabajo tan interesante, que ayuda a muchas personas de la sociedad.