En 1946 pidió la Admisión en el Opus Dei y se dedicó toda su vida a atender a las personas de la Obra en distintas ciudades de España. Fue una gran cocinera. En 1970 ganó en Barcelona el 1º premio nacional de Cocina: un puchero de oro y 15.000 pts. que utilizó para compra un horno.
Desde 1977 residía en Bilbao y colaboró hasta su jubilación en el Colegio Arangoya como asesora del departamento de Dietética, Nutrición y Cocina
En 1994, con motivo del 80 cumpleaños de Don Alvaro del Portillo -entonces Prelado del Opus Dei- escribió un libro de cocina para regalárselo. Este libro recoge parte de su obra culinaria. Fue prologado por Pedro Subijana quien reconoció el prestigio profesional y la categoría humana de Gloria. Las ilustraciones del libro son una explicación didáctica de los principios inmediatos de la alimentación humana y están hechas como material de trabajo para las clases que impartía.
Esa trayectoria profesional tan brillante la hizo compatible con una quebrantada salud y varias operaciones de riesgo que acabaron atándola a una silla de ruedas. Sin embargo nada le hacía perder el buen humor y la capacidad de darse. Cada una de las personas que le conocimos solemos decir: “a mí me quiso de manera especial.”
Tuvo un gran amor a su tierra y una devoción muy fuerte a la Virgen de Begoña. Cuando supo que iba a morir, lo interpretó como un cambio de casa. Se preparó muy bien, recibiendo los últimos sacramentos, quiso que avisáramos a todas sus amistades y colocó en la cabecera de su cama la bandera del Atletic. Por los pasillos del hospital de Galdakao desfilamos todo tipo de personas de todas las edades. Todos queríamos agradecerle su cariño, su generosidad y su apoyo. El día 14 de junio se fue con las manos llenas y nos dejó un recuerdo, un ejemplo y un camino para ser mejores personas, y encontrar a Dios en los demás y en las cosas que nos pasan. Sus últimas palabras fueron para la Virgen de Begoña que vino a buscarla: Amatxu laztana!