¿Estudias o trabajas?: las dos cosas

Trabajo y hogar son las coordenadas que definen el Proyecto CET (Centros de Estudio y Trabajo). Una de las posibilidades que se abren para las universitarias que cursan su carrera en ciudades distintas a las de su lugar de residencia. Las estudiantes participan en un programa de excelencia académica dirigido a complementar una formación integral.

Los CET (Centros de Estudio y Trabajo) son la plasmación de un proyecto que ofrece a estudiantes universitarias la oportunidad de participar en un programa de excelencia académica dirigido a complementar su formación integral.

Este objetivo se lleva a cabo a través de un plan de desarrollo profesional y personal de dos cursos académicos de duración y supone un valor añadido a su formación académica, cultural y personal. Las estudiantes realizan el trabajo en el área de restauración de un Colegio Mayor de la Universidad de Navarra .

El Programa consta de tres áreas: desarrollo de competencias y habilidades profesionales a través de la  formación en el puesto de trabajo, un área académica y cultural que ofrece a las alumnas herramientas que les ayudan a mejorar el rendimiento académico y un área social encaminada a fomentar entre las estudiantes la preocupación por los problemas sociales.

El Proyecto está acreditado por la Fundación Empresa Universidad de Navarra (FEUN) que, tras dos años de participación, expide a las alumnas un diploma acreditativo para su currículo. Trabajo bien hecho

Las estudiantes que participan en el proyecto van descubriendo, a través del trabajo que realizan, la importancia del cuidado del hogar y de los valores familiares. Lola, estudiante de Periodismo, afirma que haber participado en el proyecto le ha servido para aprender a crear ambiente de familia y trasladar luego esos valores a su casa.

También descubren, en su proceso de aprendizaje, el valor del trabajo bien hecho. “En el trabajo aprendes valores como la puntualidad, el orden, la constancia, que puedes aplicar luego a tu estudio”, dice Pino, estudiante de Filosofía.

Como consecuencia del trabajo con las demás surge el aprendizaje de la convivencia. “En el trabajo, como en el trato con las personas, aprendes una serie de valores que no te enseñan en las aulas”, afirma Bea, estudiante de Comunicación.

Las alumnas provienen de diferentes carreras y no solo tienen la oportunidad de realizar los estudios universitarios, sino que además, pueden combinarlos con un trabajo planificado a su medida. Con este programa adquieren una ventaja competitiva frente a quienes cultivan solo su formación académica.

Con el certificado de participación, cada alumna recibe un expediente donde constan todas las prácticas evaluadas y las actividades en las que ha participado dentro de las áreas de desarrollo profesional, académico y social. De este modo, su experiencia queda documentada facilitándoles el acceso al mercado laboral.

Después de la entrega de diplomas a las alumnas de la primera promoción del proyecto CET, María Iraburu, vicerrectora de alumnos de la Universidad de Navarra, clausuró el acto con unas palabras en las que resaltó que el plan de estudio y trabajo les hace mejores estudiantes, porque son capaces de combinar el estudio teórico con la propia vida práctica y este intercambio enriquece los dos ámbitos.

"La vida es conciliación; y el Proyecto CET es un proyecto educativo que la hace posible", afirmó la vicerrectora. También resaltó cómo el contenido propio del trabajo que se realiza desde estos CET, al ser en el área de servicios, enriquece y aporta mucho más a cada una de las alumnas porque despierta una sensibilidad hacia los demás, transferible a todos los ámbitos.