“Con inmenso gozo la Iglesia que peregrina en España se dispone a recibir por quinta vez al Vicario de Cristo en la tierra, el Papa Juan Pablo II. Vivirá con nosotros dos intensas jornadas, el 3 y 4 de mayo, que harán de Madrid un lugar de peregrinación para todas las diócesis españolas. Por ello nos dirigimos a todos nuestros diocesanos para animaros a vivir este gran acontecimiento eclesial y dar gracias a Dios, junto al Sucesor de Pedro, por el gran don de la fe y de la vida en Cristo…”.
El Santo Padre llegará al Aeropuerto de Madrid el sábado día 3 de mayo, a las 12,00 h. Ese día, a las 18,30 h. se reunirá con los jóvenes en el Aeródromo de Cuatro Vientos. El domingo 4, a las 10 h., la Plaza de Colón acogerá la ceremonia de las canonizaciones de cinco beatos españoles.
Los cinco nuevos santos serán: Pedro Poveda Castroverde, presbítero, mártir, fundador de la Institución Teresiana; José María Rubio y Peralta, presbítero, Compañía de Jesús; Genoveva Torres Morales, fundadora de la Congregación de las Hermanas del Sagrado Corazón de Jesús y de los Santos Ángeles (Angélicas); Ángela de la Cruz, fundadora de las Hermanas de la Compañía de la Cruz; María Maravillas de Jesús, Carmelita Descalza.
El lema escogido para la visita es la misión que Jesucristo encomienda a sus discípulos momentos antes de su Ascensión al cielo: "Seréis mis testigos" (Hch 1,8). En su primera Visita a España el Papa fue recibido como "Testigo de la esperanza". Sembró la esperanza e impulsó la evangelización con nuevo ardor. Veinte años después, con el ejemplo de su vida entregada al servicio del Evangelio y de la Humanidad, Juan Pablo II continúa recordando el mandato del Señor de ser testigos suyos en el mundo.
El logotipo de la Visita expresa gráficamente el mensaje que el Papa ha querido dejar a los cristianos al finalizar el Gran Jubileo del año 2000: "¡Mar adentro!" (Lc 5,4). Este mensaje se expresa intuitivamente en el logotipo: una barca surcando el mar, con la cruz como mástil y la vela desplegada, que es la Iglesia en España, abierta al soplo del Espíritu Santo.