El legado vigente de San Josemaría

El Vicario de la Prelatura del Opus Dei en Argentina escribe un artículo sobre San Josemaría en el diario argentino Clarín con motivo del aniversario del nacimiento del santo.

"San Josemaría nació un 9 de enero de 1902. Podríamos hacer la cuenta de cuántos años hubiera cumplido, pero sería hablar del pasado. Por ese camino correríamos el riesgo de pensar que sus enseñanzas no son para nuestro tiempo. En cambio, al ver a tantas personas e instituciones animadas por el impulso de sus palabras, palpamos la vitalidad del presente y el desafío del futuro.

En muchas ocasiones le preguntaban a San Josemaría Escrivá qué es el Opus Dei y él solía responder: "una gran catequesis". Luego explicaba que la misión del Opus Dei es promover entre fieles cristianos de toda condición una vida plenamente coherente con la fe en medio del mundo, contribuyendo así a la evangelización y a la edificación de la sociedad, sumando a las más variadas personas —incluso a los no cristianos— tras el fin noble de realizar con responsabilidad y profesionalidad todas las actividades humanas.

La misión de esta institución de la Iglesia Católica es exclusivamente espiritual, nunca ha tenido y tampoco tendrá ninguna iniciativa con otros fines. Cuando el Opus Dei brinda asistencia espiritual a algún emprendimiento educativo o espiritual lo hace para inspirar vida sobrenatural y cristiana a cuantos participan del mismo. En todos los casos la gestión corre por cuenta de sus directivos o dueños.

Hace 56 años que el Opus Dei trabaja apostólicamente en Argentina. Aunque no importan los números sino cada alma, es incontable la cantidad de personas que han participado durante estos años en los diferentes medios de formación espiritual y humana, que se ofrecen en nuestro país y en el mundo entero.

Quizás nos ayuden unas palabras de San Josemaría Escrivá para entender: "El Opus Dei es una catequesis que está extendiéndose por el mundo. Con afirmaciones positivas, afectuosas. Palabras de comprensión; nada de discusiones ni de luchas. No combatimos a nadie, amamos a todos".

Quisiera referirme al legado humano del fundador del Opus Dei: "No me cansaré de repetir —explicaba— que una de las más evidentes características del Opus Dei es su amor a la libertad y a la comprensión: en lo humano quiero dejaros como herencia el amor a la libertad y el buen humor". Este espíritu es el que anima todas las actividades y vivencias de las personas que participan en los medios de formación que ofrece el Opus Dei.

En razón de esa responsabilidad y naturalidad es que cada fiel del Opus Dei se viste de acuerdo a su edad, su condición y status social. En 1969 estaba San Josemaría Escrivá con un grupo de estudiantes hablando de la libertad. Uno de ellos llevaba pelo largo y un tanto enrulado. Era la moda incipiente. San Josemaría le dijo: "Yo tengo un profundo respeto por todo lo que no ofende a Dios. Por todo ¡también por el pelo largo! Además en tu caso, pienso que no es algo artificial sino muy auténtico; es una muestra de sinceridad!".

El Papa Benedicto XVI nos hablaba de la "dictadura del relativismo". La palabra dictadura nos remite a una situación contraria al respeto por la libertad de los demás. Por eso, no me extraña que en una ocasión el fundador del Opus Dei haya dicho con fuerza: "Mienten los que dicen que somos integristas. Mienten los que dicen que somos progresistas. Somos libres. Amor a la libertad. Sin embargo, como el mundo está ahogado por tiranías, quizás habrá gente que no nos entienda. Por eso, porque son tiranos, y no son capaces de comprender a las almas que caminan con la libertad de los hijos de Dios. Nosotros hemos de ser campeones de la libertad".

Es este rostro de San Josemaría el que quiero mostrar, un sacerdote profundamente enamorado de Dios y, por eso, amigo de la libertad personal".

Presbítero Patricio Olmos

Vicario del Opus Dei en Argentina

TRIBUNA (Diario Clarín)