Algunos eclesiásticos que han visitado Torreciudad

Entre 1975 y 2023, un total de 32 cardenales, siete nuncios y 149 obispos han visitado el santuario de Torreciudad. Proceden de 34 países como Sri Lanka, Filipinas, Kenia, Guinea Ecuatorial, Indonesia, India o Suecia.

Un obispo ante la Virgen de Torreciudad

El santuario de Torreciudad cumplirá el 7 de julio de 2025 los 50 años de su inauguración, celebrada el 7 de julio de 1975. Después de nueve siglos de devoción y de una historia reciente que comenzó en octubre de 1956, como muestra del amor a la Virgen del fundador del Opus Dei.

Tras cinco años de trabajos (1970-75), este enclave mariano celebra sus bodas de oro con diversas celebraciones que recibirán peregrinos de varios países, que acudirán a venerar la talla románica de la Virgen.

El templo, impulsado por san Josemaría Escrivá (Barbastro, 1902-Roma, 1975), es un lugar de oración, de encuentro con Dios, que forma parte de un territorio al que sirve, con unos ciudadanos que lo sienten como algo propio.

Cardenales, nuncios, arzobispos, obispos y personalidades eclesiásticas en Torreciudad

La web del santuario recoge un documentado informe que refleja las visitas que han llegado desde 1975 por parte del mundo eclesiástico. El trabajo realizado resume en cuatro grupos estas visitas: cardenales y nuncios; arzobispos y obispos; personalidades eclesiásticas y actividades presididas por estas personas.

Con la documentación disponible en el archivo y Oficina de Comunicación, entre 1975 y 2023, un total de 32 cardenales, siete nuncios y 149 obispos han visitado Torreciudad. Proceden de 34 países tan diversos como Sri Lanka, Filipinas, Kenia, Guinea Ecuatorial, Indonesia, India o Suecia. Buena parte son españoles y europeos.


Enlace relacionado: Torreciudad, una devoción aragonesa


Entre otros nombres, figuran los cardenales Felici, Kónig, Hóffner, Hamer, Oddi, Tomko, Moreira, Etchegaray, Suquía, Estepa, Cañizares, Baggio, Gagnon, López-Trujillo, Carles, Sterzinsky, Foley, Aponte, Sepe, Stafford, Sistach, Rylko, Rouco, Osoro, Grocholewski, Marx, Arborelius, Ranjith o Martino.

Los motivos de las visitas son variados, como la organización de una peregrinación, la Ruta Mariana, los años jubilares de la Iglesia, ordenaciones sacerdotales y las jornadas marianas de la familia. Los aniversarios del santuario, así como la canonización de san Josemaría y la beatificación de Álvaro del Portillo, supusieron jornadas de amplia participación.

Algunas personalidades eclesiásticas que visitaron Torreciudad

Entre otras personalidades, cabe citar en 1999 a Georg Maximiliam Sterzinsky, cardenal arzobispo de Berlín y miembro del Consejo Pontificio para la Pastoral de los Migrantes e Itinerantes. También Franklin Da costa, arzobispo de Luango y presidente de la conferencia episcopal de Angola, en agosto de 1987.

En marzo de 2000 estuvo el hoy cardenal Reinhard Marx, presidente de la comisión de justicia y paz de la conferencia episcopal alemana. En septiembre de 2002 el arzobispo de Nairobi, Raphael Ndingi Mwana Nzeki, aludió a su deseo de “conocer sus características arquitectónicas, así como su programa de actividades y fórmulas posibles para que los ciudadanos colaboren en los gastos, tanto de construcción como de mantenimiento”.

El 13 de noviembre de 2005 el arzobispo de Estocolmo, hoy cardenal Anders Lars Arborelius, destacó que “la naturaleza es algo muy importante que ayuda a las personas a elevar nuestras plegarias a Dios y con este ambiente es casi imposible no acordarse de Dios”. Asimismo, también apuntó que “en Torreciudad se puede sentir la grandeza de la Creación, que siempre es una alabanza hacia el Señor, y es una maravilla que en medio de este paisaje haya un lugar destinado a la oración”.

En septiembre de 2008 estuvo el obispo de Surabaya (Indonesia), Vincent Sutikno Wisaksono. El obispo ucraniano Dionisio Lachovicz vino a España para saludar a sus compatriotas residentes en las comarcas de Lérida. El 19 de abril de 2010 dijo: “Me alegro mucho de la labor que se hace en el santuario con familias ucranianas y de ver el icono ucraniano de la Virgen de Pochaev”.

Cabe citar al arzobispo de Johannesburgo, Buti Joseph Tlhagale, en septiembre de 2014, y al secretario de la conferencia episcopal austríaca, Dr. Peter Schipka, el 18 de abril de 2015, acompañado por varios sacerdotes con los que compartió su visita a España.

El 22 de febrero de 2015 el arzobispo de Mérida (Venezuela), Baltazar Porras, aprovechó su estancia en Barbastro –con motivo de la ordenación episcopal de don Ángel Pérez Pueyo– para rezar en Torreciudad

El 6 de agosto de 2017, Albert Malcolm Ranjith, secretario de la Congregación para el Culto Divino de la Santa Sede, hoy cardenal de Colombo, afirmó que Torreciudad “es un lugar donde se puede palpar la fe de san Josemaría, su gran amor hacia la Virgen. La grandeza de todo lo que he visto muestra la fe que tenía en la Santísima Virgen, así como la atención con que se han cuidado todos los detalles para su construcción”.

En julio de 2023 un grupo de peregrinos estadounidenses llegó con Donald Hying, obispo de Madison (Wisconsin).

Desde el cercano Midi francés, llegaron André Collini y Robert Jean Louis Le Gall, arzobispos de Toulouse (julio 1986 y julio 2008). Por su parte, el obispo de Tarbes-Lourdes, Nicolas Brouwet, acudió con un grupo de sacristanes del santuario de Lourdes el 29 de enero de 2014 para intercambiar experiencias sobre la liturgia. En febrero de 2000 el P. Patrick Jacquin, rector de Lourdes, destacó "el silencio para contemplar y meditar, el paisaje montañoso, la arquitectura sin fracturas y una profunda devoción mariana".

En julio de 1995 estuvo el Padre Esteban Kosnik, prior de Jasna Gora,y afirmó: “En mi experiencia diaria compruebo que los santuarios ayudan a encontrar a Jesús, único redentor del hombre, que con su visita a estos lugares vive el riesgo de la fe. Me alegra comprobar nuestra coincidencia con Torreciudad en la importancia que se da a la confesión”

Aprecio de los obispos de Barbastro-Monzón por Torreciudad

También los obispos de Barbastro han manifestado su aprecio por el trabajo de Torreciudad.

En 1995, 20º aniversario del santuario, el obispo de Barbastro-Monzón, Ambrosio Echebarría, afirmó que "Torreciudad ha conseguido que Barbastro y el Somontano tengan una dimensión mundial, y que sean conocidos no sólo en la literatura sino entre mucha gente, que acude progresivamente aquí. Esto produce una gran satisfacción. A la vez, esa universalidad ayuda a que la devoción mariana sea muy amplia y se depuren aspectos localistas, con una devoción que aquí está abierta a personas de procedencias y situaciones tan distintas. De esta forma, se gana en madurez, objetividad y seriedad".

Su sucesor, el hoy cardenal Omella, celebró la Eucaristía del V Encuentro de amas de casa del Somontano (2000). En 2001 presidió la Dedicación de una iglesia de Barbastro a san Josemaría, construida con el impulso de su predecesor. Y señaló: "El beato Josemaría fue un barbastrense universal, que siguió las huellas de Cristo proclamando, y viviendo, la llamada universal del Señor a la santidad”. En 2002, con motivo de su canonización dijo: “es uno de los primeros santos místicos del siglo XXI”. En 2003, al inaugurarse en Barbastro la avenida de san Josemaría, dijo: “Esta nueva placa nos recuerda, entre semáforo y semáforo, la santidad de un barbastrense”.

Más tarde, en octubre de 2014 el obispo Alfonso Milián celebró una misa de acción de gracias por la beatificación de Álvaro del Portillo. En su homilía calificó como “un regalo de Dios que la Iglesia le haya beatificado (…). Pido a la Virgen, bajo la advocación de Torreciudad, que nos acerque a su Hijo Jesús y nos ayude a vivir como verdaderos hermanos. Barbastro y Torreciudad se han llenado estos días pasados de peregrinos de muchos países. Yo mismo comprobé su presencia y saludé a algunos (…).

Y el actual obispo Ángel Pérez Pueyo, presidió la 27ª Jornada Mariana de la Familia el 16 de septiembre de 2017. Comenzó su homilía diciendo: “Tú, Torreciudad, insignificante ermita, perdida en el Alto Aragón, hasta que san Josemaría construyera este magnífico santuario para ser lugar de encuentro de miles de familias, venidas de toda la geografía española y del mundo entero, para recordar a toda la cristiandad cuál es nuestro verdadero origen y nuestro verdadero destino: que somos imagen de Dios. ¡Qué fuerte! ¡Pero qué verdad!”.