Del Papa a los jóvenes: “tweets d JPII”

A medida que se vayan pronunciando, iremos publicando las intervenciones del Santo Padre con motivo de su Viaje apostólico a Madrid con motivo de la XXVI Jornada Mundial de la Juventud (18-21 de agosto de 2011).

En espera de oír las palabras del Papa en la JMJ de Madrid, publicamos hoy, día de comienzo de la Jornada Mundial de la Juventud, algunos breves textos del Beato Juan Pablo II dirigidos a los jóvenes, en forma de “tweets”, para que quien lo desee los pueda compartir en las redes sociales.

●●● Juan Pablo II. Carta a los jóvenes (31 de marzo de 1985)

• Has de decidirte a plantearte la pregunta sobre la vida eterna.

• Deseo que experimentéis la verdad de que Cristo os mira con amor.

• Solamente Cristo conoce lo que hay en el hombre: conoce su debilidad pero conoce también y sobre todo su dignidad.

• El hombre necesita saberse amado eternamente y haber sido elegido desde la eternidad.

• Si la llamada llega a tu corazón, ¡no la acalles! Deja que se desarrolle hasta la madurez de una vocación. Colabora con esa llamada a través de la oración y la fidelidad a los mandamientos.

• El apostolado es inseparable de la esencia misma de la vocación cristiana.

• Es menester que reflexionéis también –y muy seriamente– sobre el significado del bautismo y de la confirmación.

• El sacramento de la penitencia tiene una importancia insustituible en la formación de la personalidad cristiana.

• El sacramento de la penitencia, especialmente si está unida a él la dirección espiritual, es una escuela sistemática de vida interior.

• Sed decididos en ir contra la corriente de las opiniones que circulan y de los «slogans» propagandísticos.

•  No tengáis miedo del amor, que presenta exigencias precisas al hombre.

•  Ser verdaderamente libres significa ser hombre de conciencia recta, ser responsable, ser un hombre «para los demás».

•  Orad y aprended a orar! Abrid vuestros corazones y vuestras conciencias ante Aquél que os conoce mejor que vosotros mismos.

•  ¡Hablad con Él! Profundizad en la Palabra del Dios vivo, leyendo y meditando la Sagrada Escritura.

•  ¡Tratad de vivir en gracia de Dios!

• El camino de la paz es a la vez el camino de los jóvenes. La paz y los jóvenes caminan juntos.

• No permanezcáis pues pasivos: asumid vuestras responsabilidades en todos los campos abiertos a vosotros en nuestro mundo.

•  Yo repito estas palabras de la Madre de Dios y las dirijo a vosotros, jóvenes, a cada uno y a cada una: «Haced lo que Cristo os diga».

●●● Juan Pablo II. Encuentro con los jóvenes en Cuatro Vientos. 3 de mayo de 2003.

• El drama de la cultura actual es la falta de interioridad, la ausencia de contemplación.

• Cuando falta el espíritu contemplativo no se defiende la vida y se degenera todo lo humano.

• Sin interioridad el hombre moderno pone en peligro su misma integridad.

• La paz  es ante todo un don de lo Alto que debemos pedir con insistencia y que, además, debemos construir entre todos mediante una profunda conversión interior.

• Responded a la violencia ciega y al odio inhumano con el poder fascinante del amor.

• Venced la enemistad con la fuerza del perdón.

• Manteneos lejos de toda forma de nacionalismo exasperado, de racismo y de intolerancia.

• Testimoniad con vuestra vida que las ideas no se imponen, sino que se proponen.

• ¡Nunca os dejéis desalentar por el mal! Para ello necesitáis la ayuda de la oración y el consuelo que brota de una amistad íntima con Cristo.

• Queridos jóvenes, ¡id con confianza al encuentro de Jesús! y ¡no tengáis miedo de hablar de Él!

• Cristo es la respuesta verdadera a todas las preguntas sobre el hombre y su destino.

• Es preciso que vosotros jóvenes os convirtáis en apóstoles de vuestros coetáneos. Sé muy bien que esto no es fácil.

• No os desaniméis, porque no estáis solos: el Señor nunca dejará de acompañaros, con su gracia y el don de su Espíritu.

• La evangelización requiere hoy con urgencia sacerdotes y personas consagradas.

• Si sientes la llamada de Dios que te dice: “¡Sígueme!”, no la acalles. Sé generoso, responde como María ofreciendo a Dios el sí gozoso de tu persona y de tu vida.

• Al volver la mirada atrás y recordar estos años de mi vida, os puedo asegurar que vale la pena dedicarse a la causa de Cristo y, por amor a Él, consagrarse al servicio del hombre.

• ¡Merece la pena dar la vida por el Evangelio y por los hermanos!

• Dios te salve, María, llena de gracia! Esta noche te pido por los jóvenes de España,

jóvenes llenos de sueños y esperanzas.