Sellos con un mensaje que ha cruzado fronteras

A través de una colección de sellos y en el contexto del centenario del Opus Dei que se aproxima, María José Pedreira rinde homenaje a la figura de san Josemaría Escrivá y al mensaje universal que él promovió: la santidad en la vida cotidiana.

¡Todo con moderación, excepto coleccionar sellos! Así revela su afición María José Pedreira, una apasionada por la filatelia desde niña. Nació en Santiago de Compostela, por temas profesionales ha vivido varios años en Barcelona y actualmente reside en Vigo. 

La Ciudad Condal ha sido un antes y un después en su afición ya que allí conoció a coleccionistas importantes, expertos que le orientaron en el enfoque de su colección y asociaciones que le facilitaron participar en exposiciones.

Con motivo de una propuesta de la asociación de coleccionistas a la que pertenece, María José se lanzó a reunir sellos del Opus Dei y de San Josemaría con los que ilustrar el centenario de la Obra, que se celebrará entre 2028 y 2030. 

En esta entrevista explica la colección, de dónde nace su afición o cómo encuentra estas piezas únicas por todo el mundo. 


¿Cómo y desde cuándo empieza esta afición por coleccionar sellos?

Desde pequeña siempre he coleccionado objetos, los típicos que coleccionan todos los niños: pegatinas, cromos, muestras de colonia y tantas otras cosas que ya no recuerdo. A la vez que mantenía otras colecciones comencé a juntar sellos, pero a  los 11 años, decidí dejarlas y seguir solo con los sellos… hasta hoy.

¿Qué significado tiene para ti el Opus Dei y cómo decides participar en la conmemoración del centenario de esta institución a través de la filatelia?

Cuando vivía en Barcelona me asocié al Cercle Català de Col·leccionisme de Sant Feliu de Llobregat. Esta asociación promueve un par de exposiciones al año sobre temas relacionados con acontecimientos relevantes para la ciudad.

En este caso, en el año 2024, Sant Feliu celebró los 500 años de la Catedral de Sant Lorenç y se propuso rendir un tributo al evento organizando una exposición cuya temática fuera la religión.

María José con algunos compañeros coleccionistas.
María José con algunos compañeros coleccionistas.

Hubo colecciones relacionadas con la arquitectura y el arte en catedrales españolas y europeas, sellos de Navidad, de la Virgen María, personajes históricos, santos, el Camino de Santiago, etc. A mí rápidamente se me ocurrió participar con una exposición llamada “Camino al Centenario del Opus Dei: 1928 – 2028”.

¿Y por qué en particular este tema?

En mi vida la figura de Cristo siempre ha sido un faro brillando con más o menos intensidad. En los años 90 conocí el Opus Dei y su mensaje no me dejó indiferente: poder convertir mi vida ordinaria en algo santo me tocó profundamente.

Al igual que otros temas, el Opus Dei comenzó a interesarme y por ahora no ha dejado de hacerlo. Empecé a reunir sellos relacionados con la Obra en el año 2000 cuando España emitió un sello dedicado a san Josemaría conmemorando el 25 aniversario de su fallecimiento.

A lo largo de los siguientes años he reunido mucho material, pero nunca llegué a organizarlo con los requisitos que exige una colección temática. A raíz de la iniciativa de la Asociación de Sant Feliu me animé y, en aproximadamente tres meses, sacando tiempo de aquí y de allá, elaboré un plan que contase la historia del Opus Dei desde sus inicios hasta la actualidad.

Desde su fundación en 1928, el Opus Dei ha crecido y se ha expandido llevando consigo la idea de que la vida ordinaria puede ser un camino hacia la santidad. ¿Es posible contar esto a través de una exposición de sellos?

Pues sí, es posible. Los sellos nacieron para cumplir una única función de franqueo, pero pronto apareció la idea de los sellos conmemorativos. Cada país los emite para mostrar los hechos históricos, personajes destacados, patrimonio cultural, tradiciones, identidad o naturaleza por los que se caracteriza. En el caso de mi colección no es sólo un país el que emite sellos relacionados con el Opus Dei, sino que son países de los cinco continentes. 

Eso es lógico ya que el carácter de la Obra es universal y su huella se aprecia en todos los continentes. El título que elegí para mi colección, “Camino al Centenario del Opus Dei 1928-2028”, creo que resume bien el contenido de la colección expuesta. Pretendía mostrar lo que es el Opus Dei, desde su fundación hasta la actualidad, destacando en especial la figura del fundador, san Josemaría. 

Se dividió en varios bloques diferenciados: la fundación y la figura del Santo; los inicios y la época de la Guerra Civil española; el desarrollo de la Obra y su itinerario jurídico; una parte importante dedicada al mensaje del Opus Dei; la expansión por los cinco continentes con relevancia especial en Europa, América y Asia por sus emisiones postales; y un último bloque dedicado a mostrar diferentes iniciativas apostólicas en el mundo. 

Todos estos bloques se encuentran bien representados en decenas de sellos, matasellos y otros artículos filatélicos. Avanzar por la colección sello a sello y página a página es ir recorriendo la historia de la Obra.

¿Has podido recopilar todo el material filatélico sobre el Opus Dei que existe?

Ingenuamente, en el momento en que presenté la colección pensaba que sí, que lo tenía todo. Según la gente fue viéndola, especialmente coleccionistas, me hicieron ver que me faltaban bastantes piezas. 

Aprovecho para agradecer la generosidad por ejemplo de Antonio Soler, un importante coleccionista de Barcelona que, ya terminada la exposición, me hizo llegar varios sobres argentinos con matasellos que desconocía, además de otro material. Aprendí que, definitivamente, una colección de sellos nunca está completa.

¿Esa pasión por los sellos te ha llevado a unirte a una comunidad de coleccionistas?

Mi colección ha aumentado y mejorado gracias a que no la he ido haciendo sola, sino que he tenido contribuciones de muchas personas. Mi madre fue la primera que me compró un álbum que aún conservo, un catálogo y además me suscribió a una revista especializada allá por 1994. 

Cuando apareció internet mi colección cambió bastante y recibió un impulso, esta vez gracias a coleccionistas y la posibilidad de intercambios. Esto cambió cuando me fui a vivir a Barcelona. Tengo dos recuerdos muy buenos en esa ciudad. 

El primero es de la Plaza Real y los puestos dedicados a la filatelia del domingo por la mañana. Allí descubrí a Francisco Vicente, el primer experto filatélico al que he conocido, que me ha ido resolviendo dudas y asesorando desde entonces hasta hoy. El segundo recuerdo es una feria de sellos llamada Barnafil que tiene lugar en las Cotxeres de Sants. 

Yo estaba echando un vistazo a cajas llenas de sobres igual que otros muchos coleccionistas; por casualidad empecé una conversación con tres coleccionistas que estaban visitando la feria: Antonio Ferrer, Enrique Tena y José Manuel T. Me comentaron que eran socios del Cercle Català de Col·leccionisme de Sant Feliu y que, si me apetecía conocer a más gente coleccionista, podía ir un día por allí. 

Y así lo hice, a la vuelta del verano con el inicio del nuevo curso me pasé por Sant Feliu y comencé a participar en las actividades de la Asociación. A día de hoy, mi colección crece gracias a tanta gente que recuerda que colecciono sellos y no los tira, sino que me los da.

¿De todas las colecciones que guardas cuáles son tu temáticas preferidas?

Hay varias materias que me interesan y que las trato de ordenar y “poseer”, bajo colecciones temáticas. Supongo que por deformación profesional tengo bastante material relacionado con los grandes físicos y sus teorías. También colecciono sobre literatura, cine, sobre todo Hollywood, y arte del siglo XX. 

Me interesan también las montañas, especialmente los picos de más de ocho mil metros. Tengo una colección bastante desarrollada de ilustradores y dibujos animados, algo muy amplio, desde los Hermanos Grimm hasta Los Simpson. Y, por último, mi colección realmente estrella, la que me encanta: la Alhambra de Granada.

¿Desechas los demás sellos?

Jamás. Me interesa todo lo que cae en mis manos. Esto nos pasa a muchos coleccionistas. En el fondo todos tenemos un mismo patrón y podemos ser un poco Diógenes con nuestros sellos. 

Si no me interesan a mí porque no hago esos temas, o porque a lo mejor ya lo tengo, no es motivo para no guardarlo porque siempre puede intercambiarse o sin más regalárselo a algún coleccionista que sé que sigue ese tema.

Con esta colección has conseguido hacernos viajar 100 años por la historia de la Obra ¿Te animarías a una nueva exposición con los nuevos sellos que se emitan cuando el Opus Dei cumpla su centenario en 2028?

Para poder exponer una colección temática hacen falta dos cosas: la primera y más complicada, reunir el material suficiente para mostrarlo y la otra más sencilla, crear un orden entre todo ese material filatélico que pueda contar una historia. 

Todo eso ya lo tengo, sería completarlo y disfrutaría con una exposición aún más completa si se emitieran sellos conmemorativos del Centenario, especialmente en Francia, Alemania, Bélgica, Holanda y por supuesto en España. ¡Esta es mi ilusión!