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Miradas

Mirar a los demás, mirar a Cristo, ser mirados... En este editorial se explica que contemplar -contemplar sobre todo a Dios- significa saber ver, tener ojos limpios que hagan más bella la vida.

Dile, a solas, que le quieres

Descansa en la filiación divina. Dios es un Padre —¡tu Padre!— lleno de ternura, de infinito amor. —Llámale Padre muchas veces, y dile —a solas— que le quieres, ¡que le quieres muchísimo!: que sientes el orgullo y la fuerza de ser hijo suyo. Niño amigo, dile: Jesús, sabiendo que te quiero y que me quieres, lo demás nada me importa: todo va bien.

Ser contemplativos en medio del mundo

Persuadíos de que no resulta difícil convertir el trabajo en un diálogo de oración. Nada más ofrecérselo y poner manos a la obra, Dios ya escucha, ya alienta.

Para saborear el amor de Dios

Como le gustaba considerar a san Josemaría, todas las maravillas del mundo no son nada comparadas con Dios: "¿No seremos nosotros capaces de removernos ante ese inmenso amor de Dios tan mal correspondido por la humanidad?"

Como un niño que balbucea

A la vuelta de cincuenta años, estoy como un niño que balbucea: estoy comenzando, recomenzando, como en mi lucha interior de cada jornada. Y así, hasta el final de los días que me queden: siempre recomenzando.

Semana Santa

La Semana Santa no puede reducirse a un mero recuerdo, ya que es la consideración del misterio de Jesucristo, que se prolonga en nuestras almas; el cristiano está obligado a ser otro Cristo, el mismo Cristo.

La Pasión de Cristo

Si alguno quiere venir tras de mí... Niño amigo: estamos tristes, viviendo la Pasión de Nuestro Señor Jesús. —Mira con qué amor se abraza a la Cruz. —Aprende de El. —Jesús lleva Cruz por ti: tú, llévala por Jesús.

Muerte en la Cruz

Padre, perdónales porque no saben lo que hacen. Es el Amor lo que ha llevado a Jesús al Calvario. Y ya en la Cruz, todos sus gestos y todas sus palabras son de amor, de amor sereno y fuerte.

En la calle, eres templo de la Trinidad

Los hombres podemos hablar con Dios ante el Sagrario o cuando comulgamos. Pero san Josemaría explica en este breve vídeo que también cuando vamos por la calle, o en el trabajo, o en casa, podemos ser templo donde vive Dios: "Búscame dentro de ti, que allí estoy" (02,30'').

Evangelio del domingo: Marta y María

Comentario del 16.º domingo del tiempo ordinario (Ciclo C). "Marta, Marta, tú te preocupas y te inquietas por muchas cosas. Pero una sola cosa es necesaria". El servicio a los demás se alimenta de las enseñanzas de Jesús, ¿acudimos a la Eucaristía y a la Palabra de Dios con hambre de aprender a amar?