Biografía de Ernesto Cofiño: una vida al servicio de los demás

Ernesto Cofiño (1899-1991), guatemalteco, estudió Medicina en París. Es considerado el padre de la Pediatría en Guatemala. Se casó con Clemencia Samayoa en 1933 y tuvieron cinco hijos. Trabajó en favor de las personas más necesitadas, formó a miles de universitarios y fue reconocido por sus contribuciones científicas. Buscó vivir cerca de Dios: oraba diariamente y le ofrecía su trabajo. En 1956 descubrió su vocación al Opus Dei. En el año 2000 comenzó su proceso de canonización.

Ernesto Cofiño Ubico nació el 5 de junio de 1899 en la Ciudad de Guatemala, donde también cursó sus primeros estudios.

En 1919 inició sus estudios en la Facultad de Medicina de la Universidad de La Sorbona (Francia). Dirigió su tesis doctoral el Dr. Robert Debré, considerado como uno de los fundadores de la pediatría moderna.

Se casó con Clemencia Samayoa en 1933 y tuvieron cinco hijos: Ernesto, Clotilde Clemencia, Sofía, Roberto y José Luis.

Se dedicó plenamente al ejercicio de la pediatría con espíritu de servicio que lo llevaba no solamente a ocuparse de la salud física de sus pacientes sino a hacer suyos los problemas de los niños o de sus familias.

Pionero de la investigación pediátrica en Guatemala, luchó contra la desnutrición y las enfermedades infantiles y ocupó la Cátedra de Pediatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de San Carlos (USAC).

Movido por su fe y un hondo sentido de solidaridad, promovió la creación de iniciativas en favor de la vida y se involucró personalmente en muchas de ellas, en beneficio de futuras madres, de huérfanos y de niños de la calle. Además, ofreció soluciones concretas a varios problemas sociales, colaborando en la fundación de asilos y centros asistenciales. De 1951 a 1955 fue director del Centro Educativo Asistencial (antiguo Hospicio Nacional); también dirigió la Sociedad Protectora del Niño (1940-1946) y la Lucha Nacional contra la Tuberculosis (1945-1946). Durante los años en que estuvo al frente de Cáritas de Guatemala, organizó la distribución de alimentos en barrios de escasos recursos económicos.

“Conservar, no destruir la vida incipiente”: Ernesto Cofiño
“Conservar, no destruir la vida incipiente”: Ernesto Cofiño

En 1956 descubrió su vocación al Opus Dei, institución de la Iglesia Católica fundada por san Josemaría Escrivá el 2 de octubre de 1928 para promover entre personas de toda condición la santificación en medio del mundo a través del trabajo ordinario. A partir de esa fecha, intensificó su trato con Dios, a través de la misa y comunión diarias, la confesión frecuente, la oración, la mortificación y otras prácticas de piedad. Tenía gran devoción a la Madre de Dios y rezaba a diario el Rosario. Dedicó tiempo a estudiar y a mejorar su formación religiosa. Intensificó la dedicación personal a sus amigos y conocidos, comunicando su alegría y su fe a muchas personas. Animó a sus amigos y colegas a colaborar generosamente —con su tiempo, su oración y con medios materiales— en el impulso de labores de promoción humana y cristiana, poniendo en práctica la doctrina social de la Iglesia.

Colaboró activamente con organizaciones dedicadas a la educación y capacitación profesional y humana de campesinos, obreros, mujeres de muy escasos recursos y en la formación de la juventud universitaria. Este servicio en favor del prójimo lo siguió realizando hasta los 92 años.

Puso mucho esmero en compatibilizar con equilibrio su vida familiar y su trabajo profesional. Como él mismo decía en una ocasión, “profesión y vida son inseparables: al lado de las actividades médico-profesionales y sociales, está la vida del hogar”. Clemencia, su esposa, era maestra. De ella el Dr. Cofino decía: “Ha sido el aliento en los momentos difíciles; ánimo en los fracasos; alegría en el hogar que vinieron a colmar cinco hijos”. Clemencia falleció en 1963. A partir de este momento Ernesto se dedicó con mayor intensidad a sus hijos, sin dejar de lado su profesión y el cuidado de las personas enfermas y necesitadas.

Ernesto murió de cáncer el día 17 de octubre de 1991 en la ciudad de Guatemala. Vivió la enfermedad (un cáncer que fue detectado en 1981 y que resurge en junio de 1991) buscando la compañía y el consuelo de Dios.

La fama de santidad, de la que ya gozaba en vida, ha ido en constante aumento después de su muerte, traspasando las fronteras de Guatemala. Han llegado a la postulación testimonios de Australia, Austria, Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador, España, Estados Unidos, Francia, Honduras, Kenia, México, Panamá, Perú, Países Bajos, Polonia, Puerto Rico o Uruguay, escritos por personas que han acudido a su intercesión ante Dios y le atribuyen favores y curaciones.


Algunas iniciativas educativas y sociales

Se mencionan a continuación algunas iniciativas educativas y sociales que contaron con el impulso o la colaboración del doctor Cofiño.

  • Desde 1932 dirigió el Servicio de Medicina de Niños en el Hospital San Juan de Dios de Guatemala.
  • Desde 1936 ocupó la Cátedra de Pediatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de San Carlos. Formó en sus aulas a miles de profesionales.
  • De 1940 a 1946 dirigió la Sociedad Protectora del Niño en Guatemala.
  • En 1942 inicia la Colonia infantil de San Juan Sacatepéquez (sanatorio antituberculoso infantil). Fue su director y jefe médico hasta 1956.
  • De 1945 a 1946 dirigió la Lucha Nacional contra la Tuberculosis en Guatemala.
  • En 1945 promueve la fundación de la Asociación Pediátrica de Guatemala, de la que fue presidente en diversas etapas.
  • En 1949 llevó a Guatemala (desde el Instituto de París), la vacuna antituberculosa BCG, con la que se consiguieron salvar miles de vidas humanas. ​
  • De 1951 a 1955 fue director del Centro Educativo Asistencial (antiguo Hospicio Nacional de Guatemala). Desde ahí, promueve otros servicios como la Casa Cuna “El Nido” (para niños hasta 2 años, con la colaboración de doña Renée de Ayau); el Jardín de los Niños “Los Gorriones” (para niños de 2 a 7 años en la finca Vista Hermosa, adquirida por el Centro Educativo Asistencial), la Colonia de Vacaciones “Las Golondrinas” para convalecientes y niños delicados, en San Juan Sacatepéquez. En el edificio central crea y organiza departamentos dedicados a los jóvenes próximos a egresar, para prepararlos a su vida fuera del centro: el centro para adolescentes “El Llavín”, el dormitorio “Las Camelias” y una Escuela del Hogar con secciones de cocina, lavandería, floristería, etc. En esos años, pone en marcha una sección de scouts y de muchachas guías.
  • Participó en la reorganización del Hospital antituberculoso de san Vicente, para que pudiera aumentar su capacidad de acogida, de 50 a 150 enfermos.
  • En 1954 es nombrado interventor en la Asociación de Guarderías Infantiles de Bienestar Social y, desde ahí, impulsó la organización de los servicios médico-sociales, una red de guarderías en los mercados y otras iniciativas en favor de los menores con menos recursos.
  • Durante los años en que estuvo al frente de la Caritas de Guatemala organizó -entre otras cosas- la distribución de alimentos en barrios de escasos recursos económicos.
  • En 1959, junto al doctor Carlos Cossich Márquez, crea los Centros de Nutrición Materno-Infantiles en colaboración con la Asociación de Guarderías Infantiles de Bienestar Social.
  • En 1965 se involucra en la construcción de los nuevos edificios de Junkabal, un centro para la promoción de la mujer, ubicado en la zona entonces más necesitada de la capital.
  • En los años 70 y 80, impulsó iniciativas educativas como el Centro Universitario Ciudad Vieja y los colegios de laAsociación para el Desarrollo Educativo (APDE).

En 1983 se da el nombre de “Dr. Ernesto Cofiño” al Departamento de Pediatría del Hospital General San Juan de Dios, y se devela una placa con su nombre. En reconocimiento por la labor realizada en favor de la infancia y por su ayuda directa e indirecta en tantos centros asistenciales del país.