Guadalupe fue una de las primeras mujeres del Opus Dei. Todo estaba por hacer. No había experiencias en las que apoyarse. Además, en aquellos años, el papel de la mujer en la sociedad era muy limitado. Deja atrás todo lo conocido. En cinco años, su corazón es conquistado por aquella tierra y sus gentes.
Impulsa un centro de promoción humana y profesional con campesinas, y residencias universitarias en el D.F. Culiacán y Monterrey; además, continúa con sus estudios de doctorado que empezó en 1945.