​“¿Un apagón? La JMJ es de Dios”

Jóvenes que participan en la labor de formación del Opus Dei en Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Ecuador y México cuentan cómo se preparan para la JMJ en el país centroamericano.

Mónica (México): “¿Un apagón? La JMJ es de Dios”

“Intenté asistir a las JMJ en Madrid y Brasil y, por distintas razones, no pude ir. Pero residiendo ahora en Panamá, ¡cómo no!”.

Mónica es mexicana y vive en Panamá desde hace ocho años. Trabaja en el departamento de Marketing de un banco en la capital panameña. Durante los días de la JMJ participa junto a otras jóvenes −cerca de 100− de Centroamérica en las actividades de la jornada mundial y también haciendo labor social.

La actividad que espero especialmente es la vigilia

“El hecho de que sea un evento de jóvenes de todas partes del mundo es muy atractivo. La actividad que espero especialmente es la vigilia y la misa final porque es como ya estaremos todos juntos al final de la jornada y escucharemos esas palabras de sabiduría del Papa. Y lo que nos va a decir para mandarnos a todas partes”.

“Estoy en un estado de expectativa y susto porque llevamos todo el día en un apagón nacional [en Panamá] y hay muchas cosas que hemos estado organizando hace mucho tiempo. Pero estamos mentalizadas que la JMJ es de Dios y todo podemos ofrecerlo”.


Zugeilys (Panamá): “La JMJ es un espacio para discernir Su voluntad“

Zugeilys es ingeniera en telecomunicaciones. Oriunda de Veraguas (Panamá), su provincia es la única del istmo panameño que tiene costas tanto en el Pacífico como en el Atlántico. Zugeilys supo de la JMJ porque se lo contó un amigo, pero “no sabía nada sobre la JMJ”.

“Me llamó mucho la atención el lema: ‘Hágase en mí según tu palabra’, porque estoy en ese proceso de discernir y ver la Voluntad de Dios para mí. Creo que la mayor influencia de la jornada en mi vida es ver cómo otros jóvenes como yo están en la misma lucha, cómo tenemos las mismas incertidumbres y cómo, a la vez, entendemos que Él nos ama y que lo importante es discernir y, luego, perseverar. Esta jornada es espacio para eso, para discernir y ver Su voluntad”.

“Y de todas las actividades de la JMJ espero especialmente el momento de la Vigilia porque nunca he estado en algo tan aventurero… solamente estar allí por Amor. Enfrentarme a las incomodidades que haga falta por amor a Él”.


Daniel (Costa Rica): “Cansados, pero con todo el ánimo”

“Salimos este lunes 21 rumbo a Panamá. Ninguno de nosotros ha estado en una JMJ”. Son palabras de Daniel C, costarricense. “Viajamos en bus, somos unos 50. El viaje dura 16 horas, así que vamos a llegar cansados, pero con todo el ánimo del mundo. Nos han dicho que dormiremos en las aulas de un colegio, en esterillas. En la frontera habrá muchísima gente, pero esperaremos con gran alegría”.

Además de escuchar al Santo Padre, Daniel valora mucho poder “estar con gente de muchos países”. También podrán asistir a una catequesis con Mons. Fernando Ocáriz, “algo que nos tomó por sorpresa y es otra muy buena razón por la cual ir”.


Vilma (Honduras): “Vengo gracias a unas galletas”

En diciembre de 2018, Vilma culminó sus estudios de bachillerato y ya se está preparando para empezar su carrera universitaria de Negocios Internacionales. Es hondureña, vive en Panamá y se siente feliz de poder participar en la JMJ 2019 con su hermana y sus primos que llegaron desde el vecino país centroamericano.

Estamos alegres y vamos a rezar al Señor, a ver al Papa y a compartir momentos especiales

“Hace un año, mi hermana y yo empezamos a vender galletas, a 75 centavos cada una. Vendimos en el colegio, a nuestros compañeros, desde el mes de abril hasta noviembre del año pasado… Muchas veces nos quedamos trabajando hasta la medianoche. Así logramos ahorrar el dinero para participar en la JMJ con el Papa”.

“Ver al Papa en Panamá y estar con tantos jóvenes es lo mejor de todo… Lo único diferente entre nosotros es el acento y el idioma. El resto es igual: estamos alegres y vamos a rezar al Señor, a ver al Papa y a compartir momentos especiales. Poder hablar con otros jóvenes y saber cómo profesan su fe, especialmente en donde no es tan fácil, me emociona”.


Francisco (Nicaragua): “Un ‘sí’ generoso”

“Cuando escuchamos que la JMJ sería en Panamá, varios amigos nos pusimos de acuerdo, pues pensamos: ¡Qué cerca está de Nicaragua! Era una oportunidad que mis amigos y yo no podíamos desaprovechar de estar con jóvenes de todas partes del mundo, unidos por una misma fe: como una gigantesca comunión espiritual donde no importa la cultura, la raza, el idioma, sino un mismo fin, que es Cristo”.

Francisco es ingeniero industrial. Es nicaragüense, tiene 24 años y trabaja en una embotelladora de gaseosas.

Francisco es de Rivas, una ciudad junto al lago Nicaragua, una enorme masa de agua de más de 8,000 kilómetros cuadrados. Le acompañan dos amigos: uno de su ciudad y otro que procede de Matagalpa, de las tierras frescas de Nicaragua.

“Nos conocimos siendo residentes en una residencia universitaria. Ahora estamos empezando nuestra carrera profesional. Durante la JMJ pediremos a Dios que nos ayude a conocer mejor nuestra vocación cristiana y dar un ‘sí’ generoso, como el de la Virgen”.


Gisela (Ecuador): “Papa Francisco, cuenta conmigo”

Gisela vive en la ciudad ecuatoriana de Guayaquil y viajó a Panamá en compañía de una amiga, su hermana, su hermano y una prima. Está emocionada de ver al Papa y participar con miles de jóvenes de todas partes del mundo en esta jornada 2019. Es su primera JMJ. “Después de Cracovia empecé a trabajar y, como se anunció que sería en Panamá, había cero excusas para no llegar”.

“Estoy esperando la vigilia. Es el momento más intenso porque es cuando hay más recogimiento espiritual. Pienso que esta JMJ me puede ayudar a fortalecer mi fe, para vivir como cristiana en mis circunstancias diarias: en el trabajo, con mi enamorado, con mis amigas”.

¿Y qué diría al Papa Francisco?: “Que cuente conmigo, no solo para rezar por él sino para defender la fe porque estamos viviendo momentos difíciles”.


Mario: “A 100 metros del Papa”

Mario tiene catorce años y vive en ciudad de Panamá. “Lo que más me va a impactar –dice- es tener al Papa a menos de 100 metros”. Estar a menos de 100 metros del Papa es algo que seguramente todos peregrinos desean lograr y en más de una ocasión: Mario no sabe cómo lo hará, “pero estaré pendiente de cada oportunidad para intentar aprovecharla”.

Participa en la JMJ junto con algunos amigos del Club Juvenil Taboré, una iniciativa que algunas familias llevan adelante en Panamá para complementar, de manera divertida, la formación humana y cristiana que reciben los chicos en el hogar y en el colegio.

Así como Mario, también Frankie —de quince años— es miembro de Taboré. Ya están instalados en una escuela de la localidad donde también se alojarán muchachos de otros clubes y centros similares de Costa Rica, Nicaragua, México, Perú y Venezuela, entre otros, y como anfitrión les enseñará el Canal de Panamá como parte de las actividades que su grupo llevará a cabo. “No me preocupa mucho la agenda que seguiremos cada día. Lo importante es una experiencia que nunca antes había vivido, ¡ver al Papa en persona!”.


Marcela: “Tuvimos que ahorrar bastante”

“Desde que nos dimos cuenta que la JMJ sería en Panamá me propuse venir”, cuenta Marcela. “Hace un año sentí un llamado muy especial para compartir esta experiencia con mi hermana y mi sobrino, gracias a Dios logramos organizarnos y ahora estamos contando los días para encontrarnos con el Papa Francisco”.

Al ser tres miembros de una familia tuvieron que ahorrar bastante: “Hicimos una rifa para cubrir algunos gastos y mi sobrino trabajó en sus vacaciones del colegio para pagarse él mismo la inscripción. Cómo familia estamos muy contentos y muy motivados por la experiencia que vamos a vivir, por nuestro país han pasado muchos peregrinos de distintas nacionalidades, lo cual hace que la espera sea aún más emocionante”.


Jenny: “Esta cita es contigo”

Jenny es administradora de empresas. “Desde que escuché que el Papa venía a Panamá, fue como si escuchara ‘esta cita es contigo’. Lo hablé con un grupo de amigas y ahora somos 11 las que logramos organizarnos con el trabajo y otras ocupaciones”.

“Nos venimos preparando desde hace un año –cuenta-: ahorros, reuniones para trabajar el mensaje del Santo Padre a los jóvenes, hicimos un proyecto social en Navidad para secundar lo que el Papa nos dice sobre trabajar con las periferias, nos hicimos nuestras camisetas y pulseras de Costa Rica para intercambiar con peregrinos de otros países. Y ahora, para allá vamos con deseos de escuchar lo que le Papa quiere de nosotras”.


Mª Graciela: “Él espera un cambio en mi vida”

“Voy a la JMJ, respondiendo Sí, al llamado de Dios. El espera un cambio en mi vida. Y que mi cambio genere motivación al cambio de otros jóvenes profesionales, trabajadores del sector de la Salud”. María Graciela es audióloga y trabaja en el hospital Nacional de Niños de Costa Rica.

Explica: “Me marco mucho la frase del Papa: "Si no podés servir a otros, entonces, nada en tu vida tendría sentido". Espero crecer espiritualmente, aprender sobre las experiencias vividas, mías y de otros jóvenes con los cuales voy a compartir. Espero contribuir positivamente en la formación de otros jóvenes, empezando por los niños. Empezando con mis pacientes, entusiasmando a otros a dar ese gran cambio”.

Y narra un recuerdo de familia: “Mi abuelito estuvo presente cerca de san Juan Pablo II, cuando llegó a Costa Rica, y esa cercanía le cambió la vida para bien. Todos en casa experimentamos las bendiciones derramándose sobre cada uno de nosotros. Yo quiero continuar con esa hermosa bendición. Esa que se llama unión familiar, gozo de Dios, y Santa Paz”.


Susethe: “Busco la sabiduría del Papa”

Susethe es analista de crédito. Viaja con algunas amigas: “Espero de este viaje poder fortalecer mi fe, para que como buena cristiana seguir las circunstancias de mi día a día. Escuchar las palabras de sabiduría que el Papa siempre nos da me ayudará a ofrecer a Dios toda mi vida y sea Él quien la guíe. Además llevo muchas peticiones de mis amigos y familia”.

“Y hoy viendo que llegó el día, que comenzamos está gran experiencia y aventura, tengo mucho susto, ansias y alegría de poder cumplir este sueño y además de poder asistir a este gran encuentro con Dios”.


Maylen: “¿Qué quiere Dios de mí?”

Maylén estudia administración de empresas: “Me llama la atención El lema “hágase en mi según tu palabra”. Yo también estoy en ese proceso de entender lo que quiere Dios para mí, cual es su voluntad. Además, me impresiona la gran cantidad de jóvenes que tienen tanta devoción y luchan por lo mismo. Será una gran experiencia… y yo nunca he salido del país. Espero aprender mucho”.


Kimberly: ”No lo voy a desaprovechar”

“Voy a la JMJ –explica esta psicopedagoga y maestra de educación especial- porque lo he esperado por muchos años y no lo voy a desaprovechar, ya que el Papa estará tan cerca. Espero que este viaje esté lleno de esperanza, fomentar la fe y acercarme más a Dios. Además de prepararme espiritualmente me he unido más a mis amigas”.

“Espero la vigilia con muchas ansias, ya que además por gracia de Dios es el mismo día de mi 30º cumpleaños. Espero sacar mucho provecho de la jornada”.