Este ya es tercer año que acuden al mismo lugar, donde viven cerca de mil personas, entre el pueblo y los lugares cercanos.

El objetivo es ayudar a las familias más necesitados de la localidad y en esta ocasión tuvieron la oportunidad de construir ocho "casas básicas". La idea surgió hace ya unos cuantos años y ha dado muy buenos resultados, porque las viviendas son de 25 metros cuadrados, tienen tres ambientes –una pieza matrimonial, otra para los hijos y una sala de estar–, lo que facilita mucho la vida en familia.

En las faenas ocurrieron bastantes anécdotas. Por ejemplo, los universitarios terminaron rápidamente la nueva casa de David y se fueron a levantar otra vivienda. Pero, al anochecer, pasaron a ver la recién acabada. Y advirtieron que las camas ya habían sido trasladadas y las cortinas y los pocos adornos se encontraban puestos en la casa. Para ellos fue muy emocionante.

José Ignacio estaba impresionado por el interés que mostraba don Alexis por la casa que le estaban construyendo. El llegaba en la noche de vuelta del trabajo, y en vez de irse a descansar, los ayudaba en la materialización de la casa. Luego los invitaba a tomar té o les ofrecía algún refresco, pese a sus problemas económicos. Luego se enteraron que don Alexis había sido payaso de circo y le decían "el cometa", y lo invitaron a que les contara su experiencia el último día en la noche. Mientras refería su historia, se iba pintando, cosa que nunca había hecho en público.

La mayoría de los universitarios –organizados en cuadrillas– se concentró durante todo el día en el levantamiento de las viviendas. Pero otros sacaron adelante una programación especial en la radioemisora de la localidad, "El Esfuerzo", durante los días de los Trabajos Sociales. Participaron en los espacios dos profesores de la universidad, el sacerdote que los acompañaba, gente del pueblo y ellos mismos. Generó gran atracción en la gente, y en muchas casas la escuchaban continuamente.

Un profesor y un grupo de estudiantes de Odontología llevaron una clínica móvil, en la que atendieron a veinticuatro niños, pusieron más de ochenta sellantes y otros. Estuvieron dos días en la labor odontológica, para luego unirse al grupo de construcción.

Además, tenían la Santa Misa todos los días con la gente de Alto del Carmen. Naturalmente, todas las nuevas casas quedaron bendecidas.

La Universidad de los Andes organiza hace ya tiempo estos trabajos de invierno y verano. Y son parte del conjunto de labores sociales que se realizan durante el año, en las que participa una cantidad considerable de alumnos.