Tres caminos para construir una paz duradera

“Diálogo entre generaciones, educación y trabajo: instrumentos para construir una paz duradera”. Claves del mensaje del Papa Francisco por la Jornada Mundial de la Paz, del 1 de enero de 2022.

La paz, un compromiso compartido

“A pesar de los numerosos esfuerzos encaminados a un diálogo constructivo entre las naciones, el ruido ensordecedor de las guerras y los conflictos se amplifica, mientras se propagan enfermedades de proporciones pandémicas, se agravan los efectos del cambio climático y de la degradación del medioambiente, empeora la tragedia del hambre y la sed, y sigue dominando un modelo económico que se basa más en el individualismo que en el compartir solidario”[1].

LA PAZ ES TANTO UN DON DE LO ALTO COMO EL FRUTO DE UN COMPROMISO COMPARTIDO

Todos pueden colaborar en la construcción de un mundo más pacífico: partiendo del propio corazón y de las relaciones en la familia, en la sociedad y con el medioambiente, hasta las relaciones entre los pueblos y entre los Estados.

El Papa Francisco propone tres caminos para construir una paz duradera.

  1. El diálogo entre las generaciones, como base para la realización de proyectos compartidos.
  2. La educación, como factor de libertad, responsabilidad y desarrollo.
  3. El trabajo para una plena realización de la dignidad humana.                                                                                                                                                         1. Diálogo entre generaciones para construir la paz

“Entre la indiferencia egoísta y la protesta violenta, siempre hay una opción posible: el diálogo. El diálogo entre las generaciones. Los jóvenes necesitan la experiencia existencial, sapiencial y espiritual de los mayores; y los mayores necesitan el apoyo, el afecto, la creatividad y el dinamismo de los jóvenes”[2].

“Los grandes retos sociales y los procesos de construcción de la paz no pueden prescindir del diálogo entre los depositarios de la memoria ―los mayores― y los continuadores de la historia ―los jóvenes―; tampoco pueden prescindir de la voluntad de cada uno de nosotros de dar cabida al otro, de no pretender ocupar todo el escenario persiguiendo los propios intereses inmediatos como si no hubiera pasado ni futuro.

“Si sabemos practicar este diálogo intergeneracional en medio de las dificultades, «podremos estar bien arraigados en el presente, y desde aquí frecuentar el pasado y el futuro: frecuentar el pasado, para aprender de la historia y para sanar las heridas que a veces nos condicionan; frecuentar el futuro, para alimentar el entusiasmo, hacer germinar sueños, suscitar profecías, hacer florecer esperanzas. De ese modo, unidos, podremos aprender unos de otros[3]». Sin raíces, ¿cómo podrían los árboles crecer y dar fruto? ”[4].

Todo diálogo sincero requiere siempre una confianza básica entre los interlocutores. Debemos recuperar esta confianza mutua.

En la búsqueda de proyectos compartidos y sostenibles, de construir juntos caminos hacia la paz “no puede prescindir de la educación y el trabajo, lugares y contextos privilegiados para el diálogo intergeneracional. Es la educación la que proporciona la gramática para el diálogo entre las generaciones, y es en la experiencia del trabajo donde hombres y mujeres de diferentes generaciones se encuentran ayudándose mutuamente, intercambiando conocimientos, experiencias y habilidades para el bien común”[5].

2. La educación como motor de la paz

La educación hace a la persona más libre y responsable, y es indispensable para la defensa y la promoción de la paz; es la base de una sociedad cohesionada, civil, capaz de generar esperanza, riqueza y progreso.

“Me gustaría que la inversión en la educación estuviera acompañada por un compromiso más consistente orientado a promover la cultura del cuidado[6]. Esta cultura, frente a las fracturas de la sociedad y a la inercia de las instituciones, puede convertirse en el lenguaje común que rompa las barreras y construya puentes”[7].

Por consiguiente, es necesario forjar un nuevo paradigma cultural a través de «un pacto educativo global para y con las generaciones más jóvenes, que involucre en la formación de personas maduras a las familias, comunidades, escuelas y universidades, instituciones, religiones, gobernantes, a toda la humanidad»[8].

Un pacto que promueva la educación a la ecología integral según un modelo cultural de paz, de desarrollo y de sostenibilidad, centrado en la fraternidad y en la alianza entre el ser humano y su entorno[9].

3. Promover y asegurar el trabajo construye la paz

El trabajo es un factor indispensable para construir y mantener la paz; es expresión de uno mismo y de los propios dones, pero también es compromiso, esfuerzo, colaboración con otros, porque se trabaja siempre con o por alguien.

“La situación del mundo del trabajo, que ya estaba afrontando múltiples desafíos, se ha visto agravada por la pandemia de la Covid-19. Asimismo, los jóvenes que se asoman al mercado profesional y los adultos que han caído en la desocupación afrontan actualmente perspectivas dramáticas. El impacto de la crisis sobre la economía informal, que a menudo afecta a los trabajadores migrantes, ha sido particularmente devastador. A eso se agrega que actualmente sólo un tercio de la población mundial en edad laboral goza de un sistema de seguridad social, o puede beneficiarse de él sólo de manera restringida”[10].

El trabajo, en efecto, es la base sobre la cual se construyen en toda comunidad la justicia y la solidaridad. El trabajo es una necesidad, parte del sentido de la vida en esta tierra, camino de maduración, de desarrollo humano y de realización personal[11].

“Es más urgente que nunca que se promuevan en todo el mundo condiciones laborales decentes y dignas, orientadas al bien común y al cuidado de la creación. Es necesario asegurar y sostener la libertad de las iniciativas empresariales y, al mismo tiempo, impulsar una responsabilidad social renovada, para que el beneficio no sea el único principio rector.

En esta perspectiva hay que estimular, acoger y sostener las iniciativas que instan a las empresas al respeto de los derechos humanos fundamentales de las trabajadoras y los trabajadores, sensibilizando en ese sentido no sólo a las instituciones, sino también a los consumidores, a la sociedad civil y a las realidades empresariales.”[12]


Las palabras finales del mensaje del Papa Francisco de la Jornada Mundial de la Paz 2022 son a los gobernantes y a cuantos tienen responsabilidades políticas y sociales, a los pastores y a los animadores de las comunidades eclesiales, como también a todos los hombres y mujeres de buena voluntad: “hago un llamamiento para que sigamos avanzando juntos con valentía y creatividad por estos tres caminos: el diálogo entre las generaciones, la educación y el trabajo. Que sean cada vez más numerosos quienes, sin hacer ruido, con humildad y perseverancia, se conviertan cada día en artesanos de paz. Y que siempre los preceda y acompañe la bendición del Dios de la paz”.


[1] Francisco, “Diálogo entre generaciones, educación y trabajo: instrumentos para construir una paz duradera”, Jornada Mundial de la Paz, del 1 de enero de 2022.

[2] Ibíd

[3] Exhort. ap. postsin. Christus vivit (25 marzo 2019), 199.

[4] Francisco, “Diálogo entre generaciones, educación y trabajo: instrumentos para construir una paz duradera”, Jornada Mundial de la Paz, del 1 de enero de 2022.

[5] Ibíd

[6] Cf. Carta enc. Laudato si’ (24 mayo 2015), 231; Mensaje para la LIV Jornada Mundial de la Paz. La cultura del cuidado como camino de paz (8 diciembre 2020).

[7] Francisco, “Diálogo entre generaciones, educación y trabajo: instrumentos para construir una paz duradera”, Jornada Mundial de la Paz, del 1 de enero de 2022.

[8] Videomensaje con ocasión del Encuentro “Global Compact on Education. Together to Look Beyond” (15 octubre 2020).

[9] Cf. Videomensaje con ocasión de la Cumbre virtual de alto nivel sobre retos climáticos (12 diciembre 2020).

[10] Francisco, “Diálogo entre generaciones, educación y trabajo: instrumentos para construir una paz duradera”, Jornada Mundial de la Paz, del 1 de enero de 2022.

[11] Carta enc. Laudato si’ (24 mayo 2015), 128.

[12] Francisco, “Diálogo entre generaciones, educación y trabajo: instrumentos para construir una paz duradera”, Jornada Mundial de la Paz, del 1 de enero de 2022.