Juan Pablo II: La dimensión sobrenatural de lo cotidiano
El Santo Padre, al recibir a los participantes en el Congreso "La grandeza de la vida ordinaria" pide "que el Beato Josemaría siga velando desde el cielo por vosotros".
Entrevista con monseñor Javier Echevarría
El prelado del Opus Dei comenta en una entrevista publicada por la revista Pensamiento y Cultura algunos temas relacionados con el pluralismo cultural, la paz y el papel de la universidad en la sociedad actual.
«Si el hombre no acoge en su interior la gracia de Dios, pierde el sentido mismo de su peregrinación terrena»
Discurso del Papa Juan Pablo II a los participantes del congreso del centenario del nacimiento de san Josemaría
El Papa recibe a los participantes de las jornadas sobre la "Novo Millennio ineunte"
"Es el momento de deponer el miedo y de lanzarnos hacia metas apostólicas más audaces"
Homilía en la Beatificación de Josemaría Escrivá
Texto de la homilía del Papa Juan Pablo II en la Plaza de San Pedro durante la Beatificación de Josemaría Escrivá, Fundador del Opus Dei.
Discurso de Juan Pablo II a los participantes del Univ 2000
Escribe el beato Josemaría Escrivá: "En el orden religioso, el hombre continúa siendo hombre y Dios continúa siendo Dios. En este campo el vértice del progreso ya ha sido alcanzado: es Cristo, alfa y omega, principio y fin" (Es Cristo que pasa, 104).
Discurso de Juan Pablo II en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz
"Vuestra universidad, nacida gracias al celo apostólico del beato Josemaría Escrivá, se propone investigar y promover la verdad con honradez intelectual y respeto a la Revelación. Como tal, se siente al servicio de la Iglesia, llamada en nuestro tiempo a un esfuerzo misionero más valiente, en la perspectiva del tercer milenio".
Discurso de Juan Pablo II a los participantes del Univ 98
Quien se pone totalmente en sus manos, experimenta el maravilloso intercambio que describe el beato Josemaría Escrivá con estas palabras: «Jesús mío: lo que es mío es tuyo, porque lo que es tuyo es mío, y lo que es mío lo pongo en tus manos» (Forja, 594).