Muy humanos, muy divinos (III): Buscar los sentimientos de Cristo
En este tercer artículo nos adentramos en el corazón de las virtudes: qué son, cómo orientan nuestra afectividad y por qué nos hacen más libres.
Los demás son nuestros (II): la corrección fraterna
La corrección fraterna es un fruto de la cercanía con la otra persona y supone mirarla con la amplitud con que lo hace Dios.
Los demás son nuestros (I): la corrección fraterna
La amistad y la amabilidad son el terreno fértil de la corrección fraterna; Dios actúa en nuestras relaciones para sacar lo mejor de cada uno.
Un canto de alabanza y amor: el Trium Puerorum
El Trium Puerorum es un canto de alabanza a Dios, que la Iglesia aconseja rezar después de la Santa Misa. La naturaleza entera, con el sol, las estrellas, los rayos, las nubes o los mares, se une a ese canto incoado por tres jóvenes judíos del Antiguo Testamento.
Agradar a Dios (IV): sé que te encantó, Jesús. Las cosas pequeñas
San Josemaría nos enseñó a cuidar las cosas pequeñas porque comprendía la capacidad del hombre de agradar a Dios con pequeños y casi minúsculos detalles realizados por amor.
Una invitación siempre abierta. La vocación en el Opus Dei
Cada santo es un proyecto de Dios para llevar el Evangelio a su propio tiempo. ¿Qué aspectos de la vida de Jesús desean encarnar los fieles del Opus Dei?
Muy humanos, muy divinos (II): El camino lo llevamos dentro
Con la fuerza de la fe y la confianza de la esperanza, podemos decirnos: aquí y ahora yo puedo ser luz de Dios, amor de Dios.
Muy humanos, muy divinos (I): Jesús, ¿qué debemos hacer?
En este primer artículo sobre las virtudes humanas consideramos cómo todos nuestros deseos pueden encontrar su armonía en Dios. Descubrirlo lleva su tiempo, pero es liberador.
Agradar a Dios (II): lo normal, discreto y divino. Los sacramentos cotidianos
Algunos paisanos de Jesús dudaron de que el poder de Dios pueda manifestarse en alguien "tan normal". El Señor quiere seguirnos encontrando en lo cotidiano, tejido por sencillas normas de piedad que procuramos vivir.
Agradar a Dios (VIII): apóstoles que disfrutan. Oración y misión.
En un mundo lleno de actividad, san Josemaría nos propone una "lógica" sorprendente: primero, oración y mortificación; solo después, acción. Así podremos sintonizar mejor con el apostolado que quiere Dios.