Por primera vez desde que comenzaron estos encuentros hace 53 años, jóvenes de todo el mundo pudieron tener una tertulia virtual en vivo con el prelado del Opus Dei, Mons. Fernando Ocáriz el pasado domingo 28 de marzo. Centros universitarios de 64 países diferentes, se conectaron al mismolink para compartir una única reunión zoom.
“Como no pueden venir a Roma, este año les llevamos Roma, el Padre y otros países a la sala de estar de su casa”, comenzaron diciendo Rosário y Monica, que condujeron las intervenciones. En el chat de la conexión se superponían los saludos desde Líbano hasta Suiza, mezclándose con los de Chile, España, el Congo o Filipinas. Aparecían porras mexicanas, palabras en francés, aplausos y mensajes en inglés.
estáis todas presentes aquí en Roma, conmigo y entre vosotras, en todas partes del mundo
El prelado del Opus Dei comenzó saludando y compartiendo su alegría por la oportunidad. Destacó que, si bien es mejor la presencialidad, “esto tiene la ventaja de que podéis estar muchísimas más de las que habríais podido venir a Roma. Podéis estar conectadas y de alguna manera estáis todas presentes aquí en Roma, conmigo y entre vosotras, en todas partes del mundo”.
Antes de dar paso a las jóvenes que intervinieron, se refirió al Evangelio del día y al borrico que fue trono de Jesús en su entrada a Jerusalén. Puso de ejemplo a San Josemaría e invitó a todas a llevar al Señor adonde vayan.
Vuelta al mundo
Brenda, de Brasil, contó que junto a algunas amigas, habían dado comienzo a la presencia de la Obra en su ciudad, Joao Pessoa, tras descubrir a san Josemaría a través de Internet; Ana Marta, de México, pidió consejos para no dejarse llevar por el activismo y mejorar en su trato con Jesús. Constanza es italiana pero se acercó más a la Obra cuando se trasladó a Holanda, y empezó a vivir en una residencia. Mahlako intervino desde Sudáfrica, y planteó los desafíos de desarrollo de su país, y la contribución que puede prestar la santificación del trabajo. Oriana expuso las dificultades por las que pasa Venezuela y tantos inmigrantes y refugiados del mundo entero que se ven abocados a abandonar su país. Sonia habló en árabe desde Jerusalén y Teresa saludó al Padre desde Australia en el día de su cumpleaños.
El Padre se refirió a la unión que estaban teniendo todos y dijo que “hay una conexión mucho más importante que es la oración, que no es sólo pedir algo a Dios para los demás, sino que es una comunicación con Dios".
hay una conexión mucho más importante que es la oración, que no es sólo pedir algo a Dios para los demás, sino que es una comunicación con Dios
En otro momento del encuentro, recordó que “para hacer familia hay que querer a la gente”. Y explicó: “No es una cuestión de puro sentimiento, de sentimentalismo, sino que es un querer de verdad, servir, un querer ayudar de verdad. Y pensar mucho para todo en Jesucristo, (…) el mismo Señor dice a los Apóstoles: ‘Yo estoy en medio de vosotros como quien sirve’. Así es Dios hecho hombre, se abaja para servir”.
Antes de terminar, los micrófonos se encendieron y hubo intercambios de saludos en todos los idiomas. El Padre se retiró, pero la reunión siguió abierta. Y la fiesta se extendió durante una hora más. Se habían conectado para estar con el Padre, pero resultó que todas estaban en una misma sala de estar, grande como el mundo entero.