El domingo 12 de marzo de 1950, tras 36 horas de viaje, tres miembros del Opus Dei aterrizaban en el recién inaugurado Aeropuerto de Ezeiza. El sacerdote Ricardo Fernández Vallespín y los profesores Ismael Sánchez Bella y Francisco Ponz llegaban con la ilusión de recorrer el país y conocer a su gente para luego regresar a España, pero Dios tenía otros caminos. Al ver las posibilidades que había en la ciudad de Rosario y con la aprobación e insistencia del cardenal, san Josemaría propuso a Ricardo Fernández Vallespín y a Ismael Sánchez Bella que se quedaran en la ciudad para comenzar la labor apostólica, que ayudara a las personas a descubrir horizontes de santidad en la vida cotidiana. Una labor social y pastoral que, con el tiempo, llegaría a transformar la vida de miles de personas a lo largo y ancho del país.

San Josemaría, fundador del Opus Dei, siguió con cercanía los inicios de los apostolados en Argentina. Años más tarde, durante su visita al país, decía: “Tú y yo debemos ser rebeldes de los otros, de los que dan soluciones: soluciones de justicia y soluciones de caridad, soluciones de cristianos. Una solución inmediata: ser mejor cada día, tú y yo". A lo largo de estos 75 años, esta enseñanza dio origen a diversas iniciativas educativas, culturales y solidarias, impulsadas por hombres y mujeres que supieron poner su talento y su tiempo al servicio de los demás.
Con ocasión de este aniversario, que coincide con el tiempo de Cuaresma del Año Jubilar de la Esperanza, el Prelado del Opus Dei ha querido dirigir unas palabras especiales a sus hijos e hijas en Argentina, impulsándolos a aprovechar este tiempo como un “horizonte nuevo de conversión para nuestra vida cristiana: tiempo de comenzar y recomenzar, como le gustaba decir a san Josemaría”. Su carta, que compartimos a continuación, es un recordatorio de que esta historia no está escrita, sino que se sigue escribiendo en cada corazón que se abre a Dios en lo simple y cotidiano.
PDF ► Carta del Prelado (75 años del Opus Dei en Argentina).
Queridísimos: ¡que Jesús me guarde a mis hijas e hijos de Argentina!
Un día como hoy, hace 75 años, llegaban a vuestra querida tierra para comenzar la labor apostólica de la Obra don Ricardo Fernández Vallespín, Ismael Sánchez Bella y Francisco Ponz. Más tarde seguirían su ejemplo otros grupos de mujeres y hombres, con el mismo deseo de llevar el mensaje que Dios hizo ver a san Josemaría. Este nuevo aniversario nos ayuda a dar gracias al Señor por el tesoro recibido y nos apremia a continuar en esta maravillosa aventura de hacer el Opus Dei en la tierra.
La perspectiva de los años pone de manifiesto el fruto del trabajo generoso y sereno de tantas personas, que aun entre los lógicos errores humanos, se multiplica en grandes bienes de amistad y caridad.
Imaginar lo que pensaban esos hermanos vuestros recién llegados a un nuevo país puede ayudaros a revitalizar la ilusión de contagiar a muchas personas el espíritu de caridad y alegría, que Dios confió a nuestro Padre. Pensad, como hicieron ellos, que no estáis solos, porque os acompaña la Obra entera. Y del mismo modo, vosotros sostenéis al conjunto con vuestra lucha diaria.
Es providencia de Dios que este aniversario tenga lugar en la cuaresma del año jubilar de la esperanza, que abre un horizonte nuevo de conversión para nuestra vida cristiana: tiempo de comenzar y recomenzar, como le gustaba decir a san Josemaría.
Que la Virgen del Rosario, que da nombre a la ciudad donde se instaló el primer centro, os siga acompañando en este camino. No dejéis de acompañar al papa Francisco durante su enfermedad con abundante oración por su persona.
Con todo cariño, os bendice y os recuerda especialmente

Roma, 12 de marzo 2025