San Josemaría nos decía que el Opus Dei “es de Dios y de la Iglesia” (A solas con Dios, 14). Si esto es verdad todos los días, cuando los fieles de la Obra y todos los que formamos parte de esta gran familia sobrenatural –todos!: ustedes y yo– tratamos de llevar a Dios las tareas diarias, los problemas y las alegría de la vida, cuando participamos en la parroquia o cuando rezamos el rosario en familia…

Hoy, cada 26 de junio es distinto. Porque celebramos la fiesta de San Josemaría en todo el mundo –de mil modos distintos- en muchos lugares con una misa, y tantas veces acompañados por el obispo. Esta cercanía física de hoy muestra lo que decía nuestro fundador: que la Obra está para tirar del carro en la misma dirección que el obispo.

Por eso, le agradezco especialmente al Cardenal Mario, festejar con nosotros este día, por compartir nuestra alegría y por sus palabras tan amables y entusiasmantes. También agradezco al rector de la Catedral por abrirnos sus puertas y regalarnos otra vez la posibilidad de ver el cuadro de San Josemaría exhibido en el presbiterio, como contento de que todos estemos acá rezando.

Y si esta fiesta nos permite expresar la unión con el obispo, de un modo especial nos une también al Papa. En esta Iglesia especialmente, porque tantas veces él, estuvo aquí acompañándonos, en días como hoy.

Cuando volví de Paraguay para ser vicario de Buenos Aires en el 2010, a los pocos días fue la fiesta de nuestro Padre y aquí lo conocí y lo saludé por primera vez: un recuerdo para mí, “de oro”. El punto 133 de Forja dice “acoge la palabra del Papa”, hacéle “eco”. El lunes es el día del Papa y mañana 27 se cumplen 23 años de su ordenación como obispo. Vamos a rezar por él y a hacer eco a sus palabras, rezando también por los tristes sucesos de hoy: los atentados, las familias afectadas y por la paz.

Y como suele decirnos Francisco, les dejo cuatro palabras grandes: Misericordia, Familia, Ecología y Paz. Recemos, metamos en el corazón estas palabras y hagámosle eco.