Jaén acoge el ‘I Simposio Nacional sobre San Josemaría’

El primer Simposio Nacional sobre San Josemaría Escrivá analizó el contexto histórico, la familia, la educación y el perfil humano del fundador del Opus Dei. El propósito: arrojar luz sobre su figura para ahondar en este modelo de santidad.

Ponentes del acto.

El I Simposio Nacional "La grandeza la vida ordinaria" reunió a medio millar de personas en Palacio de exposiciones y Congresos de San Juan de Dios de Jaén con el fin de profundizar en la vida y el pensamiento de San Josemaría Escrivá.

El acto lo organizó la fundación Catalina Mir de Jaén, una institución que colabora en iniciativas culturales, educativas y asistenciales con la Asociación Juvenil Valdeazores, situada en una de las zonas más populosas de la capital jienense.

En el acto participaron, entre otros, Covadonga O´Shea (presidenta de Telva), Benito Badrinas (vicepostulador de la causa de canonización) Alfonso Nieto (Universidad de Navarra) Jordi Cervós (catedrático), Guadalupe Ortiz de Landázuri (Universidad de Navarra), Pablo Pérez (Universidad de Valladolid), José Vazquez García Peñuela (Universidad de Almería), Carmen Castillo (Universidad de Navarra), Alfonso Méndiz (Universidad de Málaga), Natalia López Moratalla (Universidad de Navarra), Blanca Castilla (Real Academia de Doctores) y Antonio del Moral (Tribunal Supremo).

Un vanguardista

Cova-donga 0´Shea pronunció la conferencia de apertura. La periodista recordó los diversos encuentros que cele-bró con el fundador del Opus Dei a lo largo de su trayectoria profe-sional en la revista Telva, de la que ha sido directora veintisiete años.

Una de las tres sesiones en que se dividió el simposio.

O'Shea destacó “la sencillez, el buen humor y el amor por la li-bertad" de Escrivá de Balaguer, al que definió como un "gran santo de nuestros tiempos”. En este sentido, alabó sus ideas sobre la función social de la mujer: "Era un vanguardista en éste tema", señaló. "El mensaje de San Josemaría habla del valor de lo cotidiano. En Roma, el día de la canonización, se decía que ‘por fin tenemos un santo entre los trabajadores’. San Josemaría habló siempre de la grandeza de la vida cotidiana, y ello significa que no hay que hacer cosas extrañas o que estén fuera de la realidad para vivir el mensaje evangélico", señaló.

Así, recordó que en la década de los sesenta apostaba por la necesidad de que las mujeres "participasen en los aspectos más variados de la vida política y social. Le parecía que era un fenómeno lógico y positivo en una sociedad moderna y democrática", señaló.

Tras la introducción, el simposio se dividió en tres sesiones que analizaron la figura del fundador del Opus Dei desde distintas perspectivas: contexto histórico, familia y educación, y perfil humano. Entre otras cuestiones, se abordó la novedosa espirituali-dad de Escrivá de Balaguer, su visión del matrimonio como "camino es-pecífico de santidad" y el análisis de su trilogía literaria -‘Camino’, ‘Surco’ y ‘Forja’-, expuesto por Guadalupe Ortiz de Landázuri.

Las huellas del creador

Para la catedrática de Bioquímica de la Universidad de Navarra, Natalia López Moratalla, el mensaje de san Josemaría se puede aplicar en la docencia en la búsqueda de la verdad. "Es algo que se transmite a los alumnos. Su mensaje está muy ligado a la labor de mi investigación, donde en mi caso, constantemente se encuentran huellas del creador".

La clausura corrió a cargo de Benito Badrinas, vicepostulador de la causa de canonización de San Josemaría. Según Badrinas, el 2 de octubre de 1928, fecha de la fundación del Opus Dei, "recuerda desde entonces la llamada universal a la santidad a la Iglesia y al mundo".