Número de artículos: 196

Muy humanos, muy divinos (VI): Hasta ponerlo por obra

Pararse a pensar, escoger el camino, pasar a la acción. Tres momentos esenciales que dan forma a la prudencia, la virtud necesaria para hacer el bien en el único lugar real: aquí y ahora.

Muy humanos, muy divinos (V): Para poder ser amigos

Toda amistad genuina supone un esfuerzo tanto por entrar en la vida de los demás como por dejar que tengan espacio en nosotros; en este quinto artículo repasamos algunas virtudes que nos lo facilitan.

Muy humanos, muy divinos (IV): ​Nosotros, el hábitat de las virtudes

Nuestro anhelo de ser mejores se alimenta del clima en el que vivimos y, a la vez, fructifica en las relaciones con los demás.

Muy humanos, muy divinos (III): Buscar los sentimientos de Cristo

En este tercer artículo nos adentramos en el corazón de las virtudes: qué son, cómo orientan nuestra afectividad y por qué nos hacen más libres.

​Los demás son nuestros (II): la corrección fraterna

La corrección fraterna es un fruto de la cercanía con la otra persona y supone mirarla con la amplitud con que lo hace Dios.

Los demás son nuestros (I): la corrección fraterna

La amistad y la amabilidad son el terreno fértil de la corrección fraterna; Dios actúa en nuestras relaciones para sacar lo mejor de cada uno.

Un canto de alabanza y amor: el Trium Puerorum

El Trium Puerorum es un canto de alabanza a Dios, que la Iglesia aconseja rezar después de la Santa Misa. La naturaleza entera, con el sol, las estrellas, los rayos, las nubes o los mares, se une a ese canto incoado por tres jóvenes judíos del Antiguo Testamento.

​​Agradar a Dios (IV): sé que te encantó, Jesús. Las cosas pequeñas

San Josemaría nos enseñó a cuidar las cosas pequeñas porque comprendía la capacidad del hombre de agradar a Dios con pequeños y casi minúsculos detalles realizados por amor.

Una invitación siempre abierta. La vocación en el Opus Dei

Cada santo es un proyecto de Dios para llevar el Evangelio a su propio tiempo. ¿Qué aspectos de la vida de Jesús desean encarnar los fieles del Opus Dei?

Muy humanos, muy divinos (II): El camino lo llevamos dentro

Con la fuerza de la fe y la confianza de la esperanza, podemos decirnos: aquí y ahora yo puedo ser luz de Dios, amor de Dios.