Vanessa Koutouan nació en Abidjan, la capital de Costa de Marfil, en una familia numerosa de clase media. Su padre, Joachim Koutouan, se dedicaba a los negocios y su madre, Julienne, era administrativa en una empresa de seguros. Ahora, ya jubilada, colabora en distintas iniciativas sociales.
Vanessa se licenció en el Institut des Sciences et Techniques de Communication de la Universidad de Abidjan y está convencida de que fue posible gracias al apoyo de su familia: “A mí me ha ayudado mucho ser la pequeña de siete hermanos. Los mayores nos enseñaban a estudiar, a aprovechar el tiempo, nos resolvían las dudas, etc. Mis padres que eran profundamente cristianos se esforzaron mucho en transmitirnos sus valores: rezar, trabajar bien sin miedo al esfuerzo, respetar a los demás, ver sus necesidades y pensar cómo ayudarlos".
Cuando empezó a colaborar en el Centro Rural Ilomba, se dio cuenta de las necesidades de todo tipo que padecían las chicas y las mujeres de la zona: analfabetismo, pobreza extrema no solo para pagar la escuela, sino incluso para alimentarse; lejanía de la ciudad lo que hace más difícil el acceso a centros de capacitación, maternidad precoz, infecciones de Sida, falta de los mínimos conocimientos higiénicos y de nutrición, etc.
En Italia hizo un máster en administración hotelera y en pedagogía y regresó a Costa de Marfil para trabajar en Ilomba, de la que hoy es la directora.
El 3 de marzo se trasladará a Madrid para recoger el Premio Harambee España a la Promoción e Igualdad de la Mujer Africana. Durante su estancia en España visitará Badajoz, Sevilla, Valencia, y Valladolid, ciudades en las que los voluntarios de Harambee han organizado actividades de sensibilización y fundraising.
El Centro Rural Ilomba
Ilomba, fue promovido por el Beato Álvaro del Portillo quien, en su viaje a Costa de Marfil en 1989, puso la primera piedra, como un lugar desde el que se realiza una constante labor de promoción e igualdad de la mujer costamarfileña.
“La guerra que azotó el país durante seis años nos ha impedido avanzar como pensábamos pero ahora no dejaremos de trabajar para conseguir construir un colegio para niñas y un hospital"
Desde entonces han puesto en marcha una escuela de formación profesional, con alfabetización de adultos, algunas aulas de enseñanza secundaria y un pequeño dispensario médico. “La guerra que azotó el país durante seis años nos ha impedido avanzar como pensábamos pero ahora no dejaremos de trabajar para conseguir construir un colegio para niñas y un hospital, los dos son muy necesarios y lo que tenemos ahora es todo provisional".
Vanessa koutouan, Premio Harambee España 2015 a la Promoción e Igualdad de la Mujer Africana from Opus Dei
Ilomba es un instrumento eficaz de lucha contra la pobreza y de promoción e igualdad de la mujer costamarfileña. Busca reforzar las capacidades de las mujeres que no han podido ser escolarizadas para que tengan posibilidades de reinserción profesional.
Ilomba está situado en una zona muy pobre, cerca de un pueblo llamado M'Batto-Bouaké, a 26 km de la capital, un área mal comunicada y de difícil acceso: “La única forma de trasladarse a Bingerville, que es la ciudad más cercana, es en los llamados taxi-brousse (taxi de pueblo) sobre los que se amontona la gente, tanto en el interior como por la parte de fuera. A la escuela asisten chicas de varios kilómetros a la redonda, muchas de ellas tienen que levantarse a las 5:00 para llegar puntuales ya que no tienen dinero para pagar el taxi-brousse y vienen andando".
Ilomba busca reforzar las capacidades de las mujeres que no han podido ser escolarizadas para que tengan posibilidades de reinserción profesional
El centro de salud también atiende a los habitantes de 20 poblaciones de alrededor donde la atención sanitaria se hace más necesaria debido a la falta de estructuras de salud pública. Dedica una atención especial a los sectores más vulnerables como niños, mujeres embarazas y personas de la 3ª edad, a través de consultas a carácter curativo y preventivo y creando coberturas de salud a través de campañas de vacunación.
Ahora, una de las prioridades de Ilomba es proporcionar formación escolar y educativa a chicas que, por falta de recursos económicos, no pueden seguir sus estudios en la ciudad. “Empezamos con la escuela de educación secundaria y de formación profesional reglada hace cinco años con buenos profesores, los mismos que los colegios de Bingerville o de Abidjan. Tanto los padres como las alumnas están muy contentos y animados. La formación profesional es muy importante porque les permite adquirir en poco tiempo los conocimientos para ganarse la vida. Hemos introducido en el programa clases de francés, de inglés y de gestión empresarial", explica Vanessa.
Datos
En la región de Bingerville, el radio de acción de la escuela y del dispensario médico se extiende a 20 Km a la redonda, a 14 aldeas, con una población de 12.000 habitantes.
El 57% de los habitantes tienen menos de 25 años, con muy baja tasa de escolarización.
La tasa de mortandad infantil hasta los 5 años es cercana al 20%. La causa fundamental es la pobreza y el no tener acceso a los conocimientos que le permitirían proteger adecuadamente la salud, la nutrición y el crecimiento de los niños.
Necesidades urgentes de Ilomba
10 € Dotación de material médico y medicinas en el dispensario.
50 € beca/alumna: incluye el coste de la formación y el desplazamiento durante 1 año.
60 € sueldo mensual de un profesor.
90 € sueldo mensual de un médico.
Un vehículo 4×4 para desplazar a los enfermos.
Un autobús para desplazar a las alumnas.
Construir un aula para la biblioteca.
Construir una nave para varios usos: estudio, comedor, actividades extra escolares.