Cuando Kenia se independizó en 1963, tenía tres grandes problemas: ignorancia, pobreza y enfermedad. La formación de cuadros y la instrucción básica eran retos urgentes, pero para entonces sólo había unas pocas escuelas superiores, y ninguna estaba abierta a las tres razas que hay en Kenya —africanos, asiáticos y europeos—.
Esta situación movió al fundador del Opus Dei a enviar a algunos profesionales de la educación, que fueron a Nairobi para poner en marcha un centro educativo. El perfil de la escuela sería el que ellos consideraran más adecuado a las características del país, pero había una condición que el beato Josemaría les encareció: por arraigadas que estuvieran las usanzas al respecto, y por difíciles que resultaran las gestiones ante las autoridades para superar vetos y prejuicios, el centro educativo que crearan debería ser interracial.
El lema del colegio "Ut Omnes Unum Sint" quiere decir Que Todos Sean Uno. Este emblema luce en las solapas de las chaquetas de los chicos como un recordatorio permanente de que la unidad es la base y la razón de todo. El lema está representado también con tres corazones que expresan la idea de vivir en armonía con todos, independientemente de su raza y credo. Simbolizan, además, la unidad que hay en la escuela entre los padres, los estudiantes y los profesores.
Un tutor para cada alumno
"Para crear una personalidad completa, la familia debe involucrarse en el proyecto educativo", explica Charles Sotz, actual director de Strathmore College. Por esto, las familias tienen conversaciones periódicas con los profesores y con frecuencia se intercambian puntos de vista sobre la educación de los estudiantes. Los padres reciben seis informes académicos cada curso.
Uno de los retos al que hace frente la escuela en la sociedad de hoy es cómo fomentar el desarrollo de la propia personalidad en medio de los crecientes cambios culturales. La atención personalizada por parte de los padres y educadores es la clave para solucionar esta cuestión. Cada vez más, los jóvenes carecen de la guía de sus padres. Strathmore pone a disposición de cada alumno un tutor, que muchas veces es un intermediario entre los padres y el alumno, para que le aliente y le ayude a resolver los problemas que pueda tener.
Además hay un capellán que está a disposición para ayudar espiritualmente a quien lo necesite. La Capellanía organiza también algunos seminarios y cursos para los padres y profesores. Muchos se asombran al comprobar que en Strathmore no hay prefectos, como es común en la mayor parte de las escuelas kenianas. De este modo, Strathmore promueve el liderazgo de sus estudiantes, que se fomenta también con el deporte. Ellos eligen a sus propios capitanes de equipo todos los años. Estos capitanes, además de dirigir a sus grupos en los campeonatos deportivos, tienen también reuniones periódicas con los profesores para comentar asuntos que afectan a la vida en el Colegio. Este ambiente de libertad, de acuerdo con la identidad cristiana del centro educativo, contribuye al desarrollo personal de los alumnos.
Larga tradición deportiva y de voluntariado
Al acabar las clases, algunos estudiantes de Strathmore son voluntarios durante las vacaciones. Cuando el John Muthiora, uno de los profesores de inglés, propuso la idea por vez primera, la respuesta fue abrumadora: se apuntaron más de cien estudiantes, que ayudaron en hospitales realizando diversas tareas. Kevin Okwel, voluntario en la zona de oncología del Kenyatta National Hospital, resumió su experiencia con estas palabras: "Ni con todo el dinero del mundo se puede comprar la alegría y satisfacción que he sentido por ayudar a los demás".
En Strathmore se dieron los primeros equipos interraciales de rugby en Kenia. Es el deporte rey del Colegio, y se juega en unos campos que los estudiantes llaman cariñosamente "Samba Park". El baloncesto y el fútbol son los otros deportes importantes. La Strathmore Cup atrae a equipos de todo el país y es considerada el mejor torneo de baloncesto interescolar de Kenia.
Actualmente, Strathmore College tiene 640 alumnos distribuidos a partes iguales en las dos secciones, primaria y secundaria. La escuela tiene buenos laboratorios de química, aulas de informática, campos de deporte, y una espaciosa biblioteca, que es fermento de un buen número de futuros intelectuales. Bastantes de los actuales protagonistas del desarrollo económico, político e industrial de Kenia han participado en las celebraciones de los 40 años de Strathmore College, algunos de ellos en calidad de antiguos alumnos.
Chrisantemus Okemo, ministro de Economía, hizo entrega de los diplomas a la última promoción que se ha graduado. El ministro Okemo fue alumno de Strathmore School y sus hijos también. Cuando Strathmore cumplió 25 años de vida, recibió una visita inolvidable: el entonces Presidente de Kenia Moi asistió a las celebraciones del Colegio.