El Jubileo de la Misericordia comenzará el 8 de diciembre de 2015 y terminará el 20 de noviembre del año 2016.
El solemne inicio tendrá lugar durante la solemnidad de la Inmaculada Concepción. En ese día se abrirá la Puerta Santa que da acceso a la nave derecha de la Basílica de san Pedro.
El último Jubileo de la Iglesia fue proclamado por el Papa San Juan Pablo II para conmemorar los 2000 años del nacimiento de Cristo.
¿Cómo iniciaron los años jubilares? La celebración del jubileo se origina en el judaísmo: consistía en una conmemoración de un año sabático que tenía un significado particular, y se realizaba cada 50 años. Durante el año se ponían a los esclavos en libertad, se restituían las propiedades a quienes las habían perdido, se perdonaban las deudas, las tierras debían permanecer sin cultivar y se descansaba.
En la Biblia encontramos algunos pasajes en los que se menciona la celebración judía. La palabra "jubileo" se inspira en el término hebreo de yobel, que alude al cuerno del cordero que servía como instrumento. Jubileo también tiene una raíz latina, "iubilum" que representa un grito de alegría.
En la tradición católica, el Jubileo consiste en que durante un año se conceden indulgencias a los fieles que cumplen con ciertas disposiciones eclesiales establecidas por el Vaticano. El Jubileo puede ser ordinario o extraordinario, como en este caso.
La Iglesia Católica tomó como influencia el jubileo hebreo y le dio un sentido más espiritual. En ese año se da un perdón general, indulgencias y se invita a profundizar en la relación con Dios y con el prójimo.
El primer año jubilar fue convocado en 1300 por el Papa Bonifacio VIII. Se estableció que los siguientes jubileos se conmemoraran cada 25 años, con el objetivo de que cada generación experimente al menos uno en su vida.
El rito inicial del Jubileo comienza con la apertura de la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro. La apertura de la puerta significa que se abre un camino extraordinario hacia la salvación. El Papa debe tocar la puerta con un martillo tres veces mientras dice: Aperite mihi portas justitiae, ingressus in eas confitebor Domino- “Abridme las puertas de la justicia; entrando por ellas confesaré al Señor”.
Cuando se abren, se entona el Te Deum y el Santo Padre atravesará esta puerta junto a sus acompañantes.