María nos ayuda a entender el misterio de la Navidad

"Tenemos que prepararnos a vivir intensamente este gran misterio de la fe". Palabras de Juan Pablo II dirigidas a los peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro el pasado 21 de diciembre.

Miles de peregrinos se congregaron el pasado domingo en la Plaza de San Pedro para rezar el Angelus con Juan Pablo II, que se asomó a la ventana de su estudio al mediodía. "La Navidad ya está cerca -dijo-. Mientras se dan los últimos retoques al Nacimiento y al árbol navideño colocados en esta plaza tenemos que prepararnos a vivir intensamente este gran misterio de la fe".

"En estos últimos días de Adviento -prosiguió- la liturgia da un relieve particular a la figura de María. La encarnación del Redentor comienza en su corazón, en su 'aquí estoy' lleno de fe, en respuesta a la llamada divina. Si queremos entender el significado auténtico de la Navidad, a Ella tenemos que mirar, a Ella tenemos que invocar".

"María, la madre por excelencia -explicó-, nos ayuda a entender las palabras claves del misterio del nacimiento de su Hijo divino: humildad, silencio, estupor, alegría. Nos exhorta, ante todo, a la humildad, para que Dios pueda encontrar sitio en nuestro corazón, no oscurecido por el orgullo y la soberbia. Nos indica el valor del silencio que sabe escuchar el canto de los ángeles y el vagido del Niño, sin sofocarlos con el ruido y la confusión. Junto a Ella estaremos ante el Nacimiento con íntima maravilla, saboreando la alegría sencilla y pura que ese Niño trae a la humanidad".

Vatican Information Service