Los jóvenes han sido los protagonistas de la primera audiencia general del Papa Francisco. Gran parte de los miles de fieles que han acudido hoy a la Plaza de San Pedro eran estudiantes que han prorrumpido en varias ocasiones con aplausos, canciones y ovaciones, creando el ambiente característico de una Jornada Mundial de la Juventud.
Llenaban la plaza de san Pedro, durante la soleada mañana del miércoles 27 de marzo, en la víspera del Triduo Sacro, numerosas pancartas escritas en diversas lenguas, junto con banderas de todos los colores, provenientes de diversas naciones, especialmente de América Latina. Las enarbolaban unos cuatro mil estudiantes que participan en los medios de formación del Opus Dei en todo el mundo, y que se han reunido en Roma durante estos días, desde el 25 al 31 de marzo, con motivo del Congreso Universitario UNIV 2013.
Este encuentro universitario, que se celebra durante la Semana Santa y que ya ha alcanzado la 46ª edición, fue impulsado directamente por el Fundador del Opus Dei, San Josemaría Escrivá.
El tema escogido para este año es: “Descubrir la identidad humana en el mundo digital”. La Presidenta del Congreso es Consuelo Méndez, una argentina de treinta y cuatro años. “Queremos entregarle al Papa un cortometraje titulado Como vivir la fe a los veinte años –explica–, que se ha realizado con motivo del Año de la Fe y como preparación para la próxima Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará en Rio de Janeiro”.
Consuelo trabaja como enfermera en San Miguel, en el nordeste del gran Buenos Aires, donde conoció al cardenal Bergoglio, el actual Papa Francisco. “Le he traído dulce de leche, que es típico de nuestro país –cuenta–; y precisamente ayer nació una sobrina, hija de un hermano mío, a la que van a bautizar con el nombre de Francisca, en honor del Santo Padre”.
Junto a Consuelo está Julia, también originaria de Buenos Aires, que vive desde hace año y medio en el Líbano por motivos de estudio. “He seguido por internet todo lo que se ha escrito en Argentina, y he visto que en muy pocos días se han puesto de acuerdo todos con el Papa, aunque al principio algunos medios de allí parecían bastante hostiles”.
Una joven médico de la República Democrática del Congo cuenta que le ha conmovido especialmente el mensaje que el Papa ha dirigido a su país. “Vengo de Kinshasa –explica– donde se vive un clima de violencia. Me gustaría entregarle una pequeña escultura de madera que representa un okapi, un animal parecido a la jirafa. Es una representación alegre, como la juventud y como el mismo Papa”.
Este año, el regalo oficial de este Encuentro Universitario es una imagen de la Virgen de los Desamparados, patrona de la ciudad española de Valencia. La han elaborado algunos participantes del Univ con flores blancas y rojas. Al mismo tiempo han llevado a cabo una recogida de fondos para ayudar a algunos proyectos de educación y formación en África, en particular en Benín, Kenia, Nigeria y Congo.
Al igual que había hecho al comienzo de la audiencia, en la que recorrió con el automóvil descubierto varias zonas de la Plaza de San Pedro, al terminar, el Pontífice ha bajado del vehículo y se ha dirigido a pie para hablar con los fieles que le esperaban tras las vallas de seguridad. Ha estado durante largo rato intercambiando saludos y sonrisas, abrazando a enfermos y a los niños que le acercaban para que los bendijese. Merill, una niña pelirroja de ojos azules que brillan en su rostro pecoso y sonriente, ha venido con su familia desde Vermont (EE.UU.). Lleva un pequeño letrero en el que ha escrito: Whe have the same birthday please bless me (Dame un beso, por favor, porque hemos nacido en el mismo día). “Yo nací también –explica– el 17 de diciembre, pero del 2003. Le he pedido que me dé la bendición y estoy contentísima”.
Entre las personalidades presentes en el acto se encontraba la nueva Presidenta de la Cámara de Diputados de Italia, Laura Boldrini, con su hija Anastasia. Boldrini inició su mandato el pasado 16 de marzo, tres días después de la elección del Papa. “Estoy aquí –ha explicado a nuestro periódico– porque comparto plenamente lo que ha dicho el Papa y esa forma tan espontánea, clara y sincera que tiene a la hora de relacionarse con los demás. Estoy convencida que el testimonio de fe, lo mismo que el trabajo como político, debe ser vivido como un servicio a los demás”.
(L'Osservatore Romano, edición en lengua italiana, jueves 28 de marzo de 2013, pág. 8.)