“La unidad es un don de Dios”

La Semana de oración por la unidad de los cristianos (que comienza hoy y finaliza el próximo 25 de enero con la fiesta de la Conversión de San Pablo), fue el centro de la catequesis de Benedicto XVI durante la audiencia general de ayer

"La unidad -dijo el Papa- es un don de Dios y fruto de la acción de su Espíritu. Por eso, es importante rezar. Cuanto más nos acercamos a Cristo, convirtiéndonos a su amor, más nos acercamos también los unos a los otros".

Benedicto XVI recordó que el tema de este año eran las palabras del Evangelio de San Marcos: "Hace oír a los sordos y hablar a los mudos", y explicó que esa frase, "poniendo de relieve dos aspectos de la misión de toda comunidad cristiana -el anuncio del Evangelio y el testimonio de la caridad-, subraya también lo importante que es traducir el mensaje de Cristo en iniciativas concretas de solidaridad. Se favorece así el camino de la unidad, porque se puede decir que la aportación, por pequeña que sea, que ofrezcan los cristianos para aliviar el sufrimiento del prójimo, contribuye también a hacer su comunión más visible".

"El camino de la unidad de los cristianos es ciertamente largo y no fácil, pero no hay que desanimarse sino seguir recorriéndolo, contando con la ayuda de Cristo", dijo el Santo Padre, añadiendo después que a lo largo de los años había notado durante sus encuentros con los representantes de las iglesias y comunidades eclesiales y "de forma conmovedora en el encuentro con el patriarca ecuménico Bartolomé I en Estambul, cuánto se siente el deseo de unidad. (...) Esta experiencia y otras similares han dilatado la esperanza en mi corazón".

San Pablo Extramuros (Roma)

El Papa recordó también que hoy se celebraba en algunos países la Jornada de reflexión judío-cristiana, y citó algunos momentos cumbres de la relación "de amistad recíproca" entre ambas comunidades, como el Concilio Vaticano II y la visita de Juan Pablo II a la sinagoga de Roma en abril de 1986.

La Semana de oración por la unidad de los cristianos concluirá el 25 de enero con la las vísperas presididas por el Santo Padre en la basílica de San Pablo Extramuros y en las que participarán representantes de otras iglesias y comunidades cristianas presentes en Roma.

Vatican Information Service