Mons. Jourdan era vicario general de la administración apostólica de Estonia desde 1996. Durante este tiempo también ejerció el cargo de párroco de la pequeña catedral de San Pedro y San Pablo de Tallin. Desde marzo de 2004, es vicepresidente del Consejo Estonio de Iglesias, órgano ecuménico en el que representa a la Iglesia católica desde 1997.
Se trata de la segunda consagración episcopal en los últimos 500 años de historia de este país. El anterior arzobispo católico residente en Estonia fue Mons. Eduard Profittlich sj, martirizado en 1942 en el campo de concentración soviético de Kirov. El hecho de que una de las últimas decisiones pastorales de Juan Pablo II, pocos días antes de su fallecimiento, fuera el nombramiento de un obispo para el país ha conmovido a muchos estones. A pesar de que los católicos son una pequeña minoría, Estonia sigue llamándose con orgullo “tierra mariana", gracias a un decreto del papa Inocencio III fechado en 1215.
La ceremonia coincide con el decimosegundo aniversario de la visita de Juan Pablo II a Estonia. El celebrante principal será Mons. Peter Zurbriggen, nuncio apostólico para los países bálticos. Concelebrarán con él el prelado del Opus Dei, mons. Javier Echevarría, y el arzobispo de Moscú, Mons. TadeusZ Kondrusiewic. Según informa la Administración Apostólica de Estonia, está prevista la asistencia del presidente de la República y de varios ministros, además de algunos cardenales y obispos provenientes de Rusia, Letonia, Lituania, Alemania y Estados Unidos, y de representantes de varias organizaciones alemanas, de la Iglesia greco-católica ucraniana y de la Conferencia episcopal francesa.
La ordenación episcopal tendrá lugar en el templo de San Olaf, cedido por la comunidad baptista, ya que la catedral católica es de dimensiones reducidas. La torre de San Olaf, de 150 metros, es la construcción más alta de la ciudad. “Agradezco el afecto de mis amigos del Consejo Estonio de las Iglesias", ha dicho monseñor Jourdan, “y el hecho de que protestantes de diversas denominaciones hayan confirmado su presencia y hayan ofrecido sus iglesias en Tallin, para que la ceremonia de consagración pudiera realizarse acogiendo a mucha más gente".