A propuesta de vecinos, comerciantes y diversas entidades sociales, educativas y deportivas, la Junta Municipal de Vallecas (Madrid) acordó en el Pleno el pasado mes de octubre atribuir el nombre de "Plaza de José Luis Saura" a un espacio público de este popular barrio madrileño situado entre las calles Mohernando, Humanes y Carlos Solé. El evento oficial tendrá lugar el domingo 15 de febrero, con una misa a las 12:00 h. en la parroquia de san Alberto Magno (cuya fachada se encuentra en ese mismo lugar), el acto de inauguración de la plaza a las 13:00 h. y un aperitivo ofrecido por el Centro de Animación Local "Cerro Pío Felipe". La sensibilidad social de este sacerdote, que falleció el 17 de diciembre de 2013 en Zaragoza, le llevó a iniciativas de promoción de viviendas dignas para familias de Vallecas a finales de los sesenta y principios de los setenta, cuando vivían todavía en chabolas.
De su necrológica destacamos estas líneas que explican con más detalle los hechos y avalan la categoría humana y sobrenatural de don José Luis: "Durante muchos años dedicó su actividad pastoral al barrio de Vallecas en Madrid, trabajando en los comienzos del Instituto Tajamar y de la parroquia de san Alberto Magno, cuya sede provisional fue durante años un barracón encalado con techo de uralita. Cuando llegó era un sacerdote de unos treinta y cinco años, alto, que se hizo bastante popular. La parroquia tenía pocos feligreses, pero a base de acudir donde estaba la gente, también a esos bares de El Cerro que estaban instalados en las mismas viviendas, acabó haciéndose amigo de todos. El "miedo al cura" fue desapareciendo. Era fácil verle en casa de uno o de otro, muchas tardes de domingo, charlando un rato con familias enteras, familias que en muchos casos se habían distinguido por su anticlericalismo. Su preocupación real y concreta por los pobres le llevó a promocionar en esa barriada la Cooperativa de Nuestra Señora del Cerro, para promover viviendas dignas que pudieran sustituir las chabolas en las que vivían muchas familias. En 1970 comenzaron las obras en las que se construyeron 1.189 viviendas que se adjudicaron a los que vivían en cuevas, chabolas y casas bajas. También promovió la construcción de una residencia de ancianos.
En 1974 se incorporó a Torreciudad y ofició el funeral por san Josemaría Escrivá (fallecido pocos días antes) el día de la inauguración del santuario, el 7 de julio de 1975. Durante 17 años ejerció como rector trabajando para despertar en peregrinos y visitantes el cariño a la Virgen que siempre movió su corazón, y teniendo muy presente a su querido Binéfar, sus gentes y sus necesidades. También dedicó muchas horas a administrar el sacramento de la confesión."