Diez años de voluntariado en Puente Vallecas al amparo del beato Álvaro
Esta Obra social, que surge en torno a la beatificación de Álvaro del Portillo, ha contado con la ayuda de 3.500 voluntarios y ha atendido a 22.500 comensales. Pero lo importante es que detrás de cada cifra existe una persona con una historia de sufrimientos y dificultades.
«Me refugié en las drogas sin saber que iba a refugiarme en el infierno»
La vida de Ángel es la más dura de todos los hijos de Ítaca. Nació en el madrileño barrio del Puente de Vallecas, en el que ha vivido siempre. Un lugar humilde donde las drogas camparon a sus anchas en los años 80, llevándose por delante las ilusiones de cientos de familias. Entre otras, la suya. Ni la fe que le transmitieron sus padres, ni el trabajo, ni su matrimonio fueron suficientes para superar la tentación. Al final, la muerte de su madre acabó por empujarle directamente hacia el abismo.
«El Señor me ha casado con los pobres, y estoy encantado»
José Manuel Horcajo lleva nueve años al frente de la parroquia de san Ramón Nonato, un hospital de campaña en Puente de Vallecas (Madrid) abierto todo el día donde los vecinos se encuentran con Dios mientras salen, con ayuda, de la miseria. Es la obra social familiar Álvaro del Portillo. Hombres y mujeres destrozados por el hambre, el maltrato, las drogas, el alcohol y unos hogares en guerra civil, han muerto y han resucitado aquí. No es una manera de decir.
¡Bienvenido verano!
Se acaba el colegio. Llegan las vacaciones... para algunos. Cerca de nosotros vive gente para la que los días serán iguales: personas sin hogar y familias necesitadas. Es fácil acordarse de ellos en Navidad. Ahora, cuando llega el verano, las chicas del club El Vado, de Vallecas (Madrid), han querido ofrecerles sabores frescos para hacerles más llevadero el calor.
La madrileña parroquia San Ramón Nonato con Álvaro del Portillo
Para recordar que fue catequista en dicha parroquia, en la entrada del templo han colocado un cuaderno de Oraciones y Peticiones, junto a la oración de intercesión de D. Álvaro del Portillo, “para rezar y pedir sus intenciones, pidiendo su intercesión”.